El Barça se martiriza en Estambul

El Barça convirtió un partido inocuo en un martirio. No había una especial presión para el equipo azulgrana. Sus opciones para acabar segundo en su grupo eran mínimas ya que, además de ganar en Estambul, tenía que esperar también a que el Partizan de Belgrado tropezara hoy en su pista ante el Bayer Leverkusen, colista y tan sólo capaz de sumar dos triunfos en los 15 partidos que ha disputado. De modo que el Barca pudo plantear el partido con una. relativa comodidad, sin nervios ni prisas por marcar el paso. Pero después de los 10 primeros minutos, en los que los condicionantes previos parecían encarrilar una posible victoria o cuando menos una actuación más que digna, todo empezó a torcerse. El Barcelona ganaba por 11 puntos (12-23). El Efes Pilsen, que no se jugaba otra cosa que mantener su imbatibilidad y dar una nueva satisfacción a sus espectadores puesto que su liderato era ya inamovible, dio un correctivo al Barça de los que pueden dejar huella.No encontró el Barcelona la forma de aliviar el martirio al que fue sometido durante los últimos tres cuartos de partido. Se fue al descanso con nueve puntos de desventaja y acabó siendo un mero espectador del festival en que el Efes convirtió el encuentro. El joven Turckan desestabilizo por completo la línea de pívots, azulgrana -que acusó la baja de Andreu y la inadaptación de Rivas- y el equipo turco completó desde fuera del perímetro una estadística soberbia: 13 triples sobre 25 intentos.

El Barcelona jugará la eliminatoria de octavos de final, al mejor de tres partidos, los próximos días 6, 11 y 13 de marzo contra el Olympiakos, el Alba Berlín o, caso más improbable, el Maccabi. El equipo azulgrana,. al acabar en el tercer puesto de su grupo, tendrá el factor campo en contra.

Tras el partido, Aíto recriminó a sus jugadores el pasotismo mostrado en el campo y afirmó: "El espíritu mostrado en este partido no es digno de ser admirado. Parecía que el todo hubiera terminado en 21 minutos; la, gente se paralizó".