_
_
_
_
FÚTBOL 24ª JORNADA DE LIGA

Un marcador engañoso

El Sporting y la Real Sociedad desaprovecharon un puñado de oportunidades

No se fíen de las apariencias. Pocas veces un cero-cero fue tan mentiroso como el de ayer. El Sporting, y sobre todo, la Real Sociedad, casi tiran las porterías de El Molinón abajo. Pero no hubo manera de mover el marcador. Todos se marcharon con algo que lamentar. El Sporting, que supo llevar con cierta dignidad su inferioridad, falló un penalti en el momento decisivo, a falta de 10 minutos. Pero la Real falló mucho más, con tres balones salvados bajo la portería y un remate de De Pedro al larguero. Al final, a Irureta le sonaría a broma esa etiqueta de gafe del Sporting, que sólo ha perdido dos de 14 partidos en Primera División. Ayer, la superstición cambió de bando.En el primer tiempo, la Real fue un equipo de tronío, que justificó sobradamente su quinto puesto. Lejos de los clichés aplicados a Irureta, el equipo donostiarra plantó la defensa casi en la raya del centro y estuvo mandón desde el primer momento.

Salvado el arreón inicial de la Real, el Sporting se amparó en el músculo de sus jugadores más fuertes y en la seguridad de sus centrales. Un fichaje de postín, Nikiforov, y el último producto de la fábrica de Mareo, Sergio, taparon muchos agujeros de la estructura rojiblanca. En el segundo tiempo hubo más partido, más igualdad, pero siempre, con un ligero tufillo a victoria visitante. En el saque de centro, Kovacevic dio otro aviso, suficiente para despertar al Sproting. Primero Ronald Gómez se obcecó en rematar con dos compañeros a boca de gol y después Marcos Vales falló un mano a mano con Alberto.

La media hora final fue vibrante, con la Real volcada a por el triunfo y el Sporting buscando la suerte. Le llegó, en un penalti provocado por Ronald Gómez y fallado por Lediakhov, que pasó del todo a la nada en 15 días. Pero antes y después de que Alberto salvase a su equipo, los delanteros de la Real fallaron goles para todos los gustos. Nikoforov y Villarroya volvieron a llegar donde no lo hizo Ablanedo, De Pedro dio fe de su presencia con un alzamiento de falta al larguero y Ablanedo, recordando sus tiempos de zamora, fue el ángel salvador hasta el último momento, cuando Mutiu se plantó solo y, aguantando hasta el límite, salvó el resultado.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_