Bonn gana peso en la UE a cambio de parar la moción por las 'vacas locas'
, Alemania se aprovechará de la crisis institucional derivada del manejo del asunto de las vacas locas por la Comisión. El Ejecutivo comunitario aprobará hoy una reforma administrativa que dará mayor peso a ese país en su alta burocracia. Es la condición impuesta por Bonn a Bruselas para desactivar la moción de censura que prepara el Parlamento Europeo por el asunto de las vacas locas. España corre el peligro de perder comba en la movida.
El Parlamento Europeo afronta la semana próxima el prólogo a una votación de censura contra la Comisión, por sus negligencias y opacidades en la gest...
, Alemania se aprovechará de la crisis institucional derivada del manejo del asunto de las vacas locas por la Comisión. El Ejecutivo comunitario aprobará hoy una reforma administrativa que dará mayor peso a ese país en su alta burocracia. Es la condición impuesta por Bonn a Bruselas para desactivar la moción de censura que prepara el Parlamento Europeo por el asunto de las vacas locas. España corre el peligro de perder comba en la movida.
El Parlamento Europeo afronta la semana próxima el prólogo a una votación de censura contra la Comisión, por sus negligencias y opacidades en la gestión de la crisis vacuna. Una reciente maniobra, consistente en una moción de censura condicionada -no se votaría hasta diciembre y sólo si Bruselas no hubiera corregido su política fitosanitaria-, parecía haber salvado la crisis institucional. Pero, a última hora, los eurodiputados alemanes democristianos, socialdemócratas y verdes se descolgaron en bloque de esa transaccional, en una maniobra que despertó recelos entre sus colegas del resto de Estados miembros.
Ello ha permitido a Bonn, mediante una finta diplomática, vender a la Comisión un favor: sujetará la rebelión de sus propios parlamentarios e impedirá la censura, a cambio de ganar cargos en el entramado de la alta burocracia comunitaria. El presidente, Jacques Santer, estaba ya dispuesto a relegar a algunos altos funcionarios, imputándoles la responsabilidad de haber controlado mal la crisis, en vez de actuar contra el comisario de Agricultura, el austríaco Franz Fischler. Algunos funcionarios pagarán los platos rotos de los políticos.
El eje nórdico ocupará la mayoría de puestos clave en la remodelación. Alemania, que ya controla la secretaría general del Consejo -Jurgen Trumpf-, controlará también el aparato administrativo que sujeta a la Comisión. Si este diseño se impone, será a costa de las aspiraciones francesas y españolas.