Miguel Induráin comunicará hoy cuáles son sus planes de futuro

Dos días después de la conclusión de su contrato con Banesto, Miguel Induráin anunciará hoy en Pamplona la decisión más esperada en el deporte español. Desde el ONCE, la única entidad que estaba metida en negociaciones con el corredor navarro, se asegura que Induráin abandonará el ciclismo. Sin embargo, José Miguel Echávarri, el hombre que ha tutelado toda la carrera del pentacampeón del Tour, señaló ayer que Induráin probablemente comunicará su intención de tomarse el mes de enero para probarse y hacer pública su decisión definitiva.

Las palabras de Echávarri contribuyen a aumentar la confusión sobre el futuro de Induráin, justo cuando todos los datos apuntaban a la retirada del ciclista. El escepticismo del director de Banesto rompe con la tesis generalizada del abandono, aunque no aclara el confuso panorama que rodea al futuro de Miguel Induráin. Si se confirma la versión de Echávarri, se volvería a vivir otro mes de cábalas sobre el destino del gran campeón español, sujeto a una incesante rumorología desde su abandono en la Vuelta a España.La convocatoria de la conferencia de prensa por la familia de Induráin en un hotel de Pamplona ha cogido por sorpresa tanto a los responsables de su equipo de toda la vida, el Banesto, como a los del equipo con el que mantenía una fluida negociación de futuro, la ONCE. A José Miguel Echávarri sí que le llamó ayer por teléfono el ciclista, pero sólo, oficialmente, para desearle un feliz año nuevo. Los dirigentes de la ONCE hace al menos una semana que no tienen noticias suyas y la sorpresiva convocatoria rompe con sus planes de anunciar por todo lo alto su fichaje si éste llega a producirse.

Dado que, públicamente, ante Induráin sólo se abrían dos vías -el ONCE y la retirada-, y a menos que el corredor y su entorno hayan logrado mantener en secreto otras posibilidades de futuro, se podría deducir que Induráin ha decidido colgar la bicicleta, salvo que se cumpla la opinión de Echávarri. El corredor ya ha anunciado a su familia su decisión e, incluso, alguna fuente cercana ha afirmado que les ha dicho que se retiraba.

El silencio de Induráin sobre su futuro, que ya dura más de tres meses -desde su retirada de la Vuelta en Cangas de Onís- ha sido ocupado de forma ruidosa por su entorno -su familia y amigos-, su ex-entorno -el Banesto- y su hipotético futuro entorno -el ONCE- Públicamente se ha diseccionado su vida privada, sus necesidades económicas, las posibles razones de su ruptura con el Banesto -el único equipo en sus 13 años de profesional- y cualquier detalle que podría alentar una u otra teoría.

Se ha hablado de la influencia de su esposa, favorable a que siguiera corriendo, en sus decisiones: de los 1.300 millones de pesetas brutos que cobraba en el Banesto y de la imposibilidad del ONCE de pagarle ese dinero (no estaba dispuesto a pasar de mil); de sus desavenencias públicas con sus directores de toda la vida a raíz de verse forzado a correr la Vuelta; de los kilómetros recorridos en cada día de entrenamiento y hasta de las pulsaciones a las que latía su corazón. Todo, bajo el silencio absoluto del corredor, un mutismo resumido en una frase pronunciada allá por septiembre: "Hasta el 31 de diciembre soy corredor de Banesto, después ya veremos".

A pocos kilómetros del hotel en el que Induráin revelará públicamente su decisión tendrán también hoy su primera concentración los corredores del Banesto, liderados por Abraham Olano y por primera vez sin Induráin. El ciclista navarro, sin embargo, se pasará por allí a visitarlos, aunque no se sabe si posará de paisano, como un patrón, a su lado en la foto oficial del equipo. Antes deberá saberse si el mejor deportista español de la historia continuará corriendo o se retirará.