La televisión francesa recupera 'los rombos' para calificar programas
La televisión francesa ha decidido recuperar el espíritu de los antiguos rombos para advertir al público sobre el contenido de sus emisiones. A diferencia de otros tiempos, ahora no se trata de calificar las escenas de sexo, sino, sobre todo, las escenas de violencia. La profusión de escenas violentas en televisión constituye un asunto muy discutido en Francia, sin que hasta el momento se haya logrado un mínimo consenso entre empresas y legisladores.Los símbolos geométricos franceses no serán los rombos españoles de otrora, pero el sistema será el mismo: los programas para todos los públicos no llevarán signo alguno, aquellos en que sea "deseable la autorización paterna" mostrarán un circulito al principio, los "prohibidos a los menores de 12 años" lucirán un triángulo durante toda la emisión, y los "prohibidos a los menores de 16 años" serán identificados con un cuadrado.
Las figuras geométricas son fruto de un acuerdo entre todas las cadenas convencionales (las privadas TF 1 y M6 y las públicas France 2 y France 3) y entrarán en funcionamiento el próximo 18 de noviembre.
Canal + Francia, cadena de pago, utiliza sus propios signos y queda fuera del acuerdo, dadas sus características especiales: las televisiones que emiten por cable o precisan de descodificador son las únicas que, según las legislación francesa,, Pueden emitir programas de alta violencia o pornográficos.
Con el acuerdo de los signos geométricos, arbitrado por el Consejo Superior del Audiovisual (CSA), ha quedado aparcado un viejo y polémico proyecto legislativo de algunos parlamentarios conservadores, que aspiraba a impedir la emisión en horas de máxima audiencia de programas que pudieran suponer una apología de la violencia.
Entre otros extremos, la iniciativa de los conservadores deseaba prohibir, como recordó el presidente del CSA, Hervé Bourges, todo programa que presentara "desde un punto de vista positivo a personas enfrentadas con la ley". Lo cual hubiera supuesto, por ejemplo, la proscripción de personajes como Robin Hood o El Zorro.
