El Leganés debuta ante el Orense con goleada

Los aficionados del Leganés pueden sacar pecho. Su equipo no quiere dejar de ser uno de los gallitos de la categoría. No hay más que ver cómo ha abierto la temporada: el año pasado, el Leganés tocaba, convencía y puntuaba. Pero no marcaba goles. Ayer, el tocó, convenció, puntuó y además consiguió la mayor goleada de su historia en Segunda División: 5 roscos para empezar a abrir boca.El resultado, casi, fue lo de menos. Lo importante fue comprobar que Sánchez Duque ha vuelto a formar un bloque compacto, con incorporaciones decisivas para el futuro cercano del Leganés. Primero está Moisés, ex osasunista, que ayer se despachó con dos goles y dejó en el área del Orense el rastro de sus movimientos de ariete clásico, siempre a la espera del balón en el sitio adecuado. Después, Rajado y Olaeta, que hicieron suyas las bandas y las convirtieron en cocinas de los goles del Leganés. Los ex getafenses Jaime y Pedro ya parecen plenamente integrados en el bloque pepinero. Y Unanua, el ex guardameta de Osasuna, fue el primer eslabón de cada contraataque. Parar, lo que se dice parar, no paró: el Orense no chutó a puerta en todo el partido.

Capítulo aparte merece Miguel Angel, uno de los veteranos del Leganés que vuelve a ser el centro de todas las miradas: la creatividad, del equipo vive de sus botas.

El Leganés tardó 15 minutos en tomarle la medida al choque. A partir de ese momento llegaron dos avisos a cargo de Miguel Ángel y Rajado, dos jugadores inquietos que no tardarían en saciar su apetito goleador.El festival de goles comenzó a 10 minutos del final de la primera parte: abrió el certamen Moisés, interpretando su papel de ariete a la perfección, y siguió Miguel Ángel, con un zambombazo a la escuadra.

El griterío en las gradas se reínició a los dos minutos de comenzar el segundo acto con el gol de Rajado. Dos minutos más tarde, Moisés hacía un bis. Las acciones de los pepineros, orquestadas y rápidas, llegaron sin grandes esfuerzos aparentes: el fútbol fluyó de un modo natural, espontáneo, fácil. El Orense, impotente, aguantó el chaparrón sin poder esgrimir argumento alguno. Y el Leganés se frota las manos: lo de la temporada pasada no fue un sueño.Otros partidos jugados ayer: Levante, 2; Salamanca, 2. Lleida, 0; Osasuna, 0, y Almería, 0, Las Palmas, 0.