Un decreto impedirá otra guerra del fútbol

El caso del Sevilla y el Celta, los dos clubes de fútbol que fueron transitoriamente descendidos a Segunda B el verano pasado al no presentar sus administradores los avales correspondientes, no podrá repetirse ni este año ni en el futuro. Y no porque todos los clubes hayan cumplido. El Consejo de Ministros aprobó ayer una modificación del Real Decreto de Sociedades Anónimas Deportivas por la que se permitirá la inscripción de los clubes en la competición deportiva aunque no hayan cumplido los requisitos económicos de estar al corriente en las obligaciones tributarias y de Seguridad Social, presentar la auditoría y proyecto de presupuesto, y acreditar la constitución y el depósito de un aval.

"Ya no se castigará a las sociedades y a sus aficionados", afirmó ayer Pedro Antonio Martín, secretario de Estado para el Deporte, "sino únicamente a sus gestores y administradores". Su antecesor en el cargo, Rafael Cortés Elvira, cree, sin embargo, que con la eliminación de sanciones deportivas "se abre la puerta al descontrol de los clubes y al gasto desmesurado de un dinero que en parte es público". "Dentro de tres años podremos encontramos peor que hace seis, con la necesidad de otro plan de saneamiento", añade.Las sanciones a los clubes que no cumplan se remiten al artículo 24 de la Ley del Deporte y a los 16 y 17 del real decreto, que prevén distintos grados de inhabilitación para los dirigentes, aunque Pedro Antonio Martín anunció que se había puesto en contacto con el Comité Español de Disciplina Deportiva para que este organismo endureciera las sanciones a los responsables y administradores de las sociedades. Sin embargo, queda por ver si la inhabilitación (como ya ha sucedido en algunos casos recientes) se convierte en una verdadera sanción. Mientras no se endurezcan, puede hablarse de cierto vacío legal en este sentido, según algunos expertos.

El secretario de Estado justificó la modificación en un informe del Consejo de Estado que en 1994 ya advirtió sobre la "desproporción y la inadecuación" de una sanción deportiva como consecuencia de un incumplimiento extradeportivo. También alegó Martín que todos los clubes, que este- año están al corriente de sus pagos a Hacienda y a la Seguridad Social y que tienen de plazo hasta el próximo día 31 para presentar los avales, habían mostrado su oposición al real decreto. Cortés Elvira, sin embargo, recordó que en los siete meses que estuvo en el cargo después de la crisis de los avales del verano de 1995, ningún club le solicitó modificar la reglamentación pese a sus invitaciones. "Lo de no descender a nadie por falta de avales lo veo bien", dijo el ex presidente del CSD, "porque ésa es una garantía para que la sociedad se proteja del administrador y se acabó castigando a la propia sociedad".

Para Cortés, la "liberalización" llega además en un momento en el que se ha producido un incremento en el gasto. "Vamos a la contra de los países del entorno, en los que todos los años se producen descensos por deudas".

Martín, sin embargo, no cree que se haya producido una liberalizacen ni un paso para que el fútbol profesional se desvincule del control estatal. "El CSD tiene las mismas competencias y responsabilidades. Y las va a ejercer", declaró. "Con esta medida, simplemente prevenimos y evitaremos tener que resolver los conflictos a posteriori". Para lograrlo, Martín hizo un llamamiento a los dirigentes del fútbol. "Confiarnos en el buen hacer, la diligencia y la madurez de los administradores. Está en juego su credibilidad".