El Costa Naranja renuncia a jugar la Copa de Europa, según su presidente

, El Costa Naranja, actual campeón de la Liga española femenina de baloncesto, renuncia a su derecho a disputar la Copa de Europa en la próxima campaña, según afirmó ayer el presidente del club, José Ramón Guímaráens. El bicampeón de Europa sucumbe así a los problemas económicos que lo han cercado en los últimos meses.

"Después de ganar seis Ligas y disputar cuatro finales europeas, renunciamos de forma tajante a la la Euroliga, que es como se llamará el próximo año la Copa de Europa", señaló ayer Guimaráens, visiblemente enojado con la Generalitat valenciana, gobernada por el PP. El Gobierno autónomico ha establecido un nuevo baremo de las ayudas a los clubes de elite que perjudica a los que participan competiciones europeas, como es el caso del Costa Naranja. Respecto a la distribución del anterior Gobierno socialista, el Ejecutivo del PP reparte el dinero total entre mayor número de equipos, por lo que las cantidades por club se reducen.Es el caso el Costa Naranja, que llegó a percibir 50 millones de Pesetas y ahora le corresponden 17. Con este recorte, el club afincado en la localidad valenciana de Godella se considera incapaz de alcanzar los 135 millones de presupuesto de la anterior campaña.

"Usted se va a encargar de enterrar a los clubes valencianos de élite", le espetó Guimaráens al actual director general de Deportes de la Generalitat, José Emilio Cervera, quien no está dispuesto a variar el reparto. El futuro del club es ahora una incógnita. Existen varias posiblidades. Si el club consigue renovar su relación con su actual patrocinador (la cooperativa agrícola Anecoop), el Costa Naranja continuará en Valencia, aunque sea con un equipo mucho menos ambicioso deportivamente que el de los últimos años.

Pero en caso de que Anecoop, se resista a seguir su patrocinio, el equipo o bien descenderá a la Primera División B, o bien desplazará su plaza a Getafe, donde el club ha recibido una buena oferta para ello, explicó Guirnaráens. El presidente, en cambio, declaró que luchará "hasta la última gota" de su sangre para que se quede en Valencia. Las dificultades monetarias han propiciado también la dimisión de la gerente de la entidad, Dolores Escamilla, quien, sin embargo, ha sido persuadida para continuar en el cargo.