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Reportaje:

Portugal disfruta de los Induráin

La presencia del Banesto en la Vuelta al Alentejo convierte la carrera en un homenaje al ganador de cinco Tour

, "Jopé, sí que cuesta esto". Prudencio Induráin está en la antesala del control antidopaje instalada en Castro Verde, esperando que le lleguen las ganas de orinar, y conversa con su hermano Miguel. "Pues, esto, todos los días", le contesta el ganador de cinco Tour. Hace pocos minutos que ha terminado la segunda etapa de la Vuelta al Alentejo. Prudencio ha conseguido su primer triunfo en seis años de profesional tras un sprint lanzado por su hermano mayor, quien terminó cuarto y mantiene el liderato de la carrera tras su victoria en la primera contrarreloj. Su compañero francés en el Banesto Damien Nazon terminó segundo y tuvo su arranque de celos, él, joven sprinter ansioso de engordar su palmarés. Pero Echávarri le frenó preguntando en alto en mitad de la cena: "Pruden, ¿cuánto has tardado en conseguir tu primera victoria?".Todo queda en familia en la carrera portuguesa en la que han tenido que participar por la suspensión de la Vuelta a los Valles Mineros. "Ha sido la gracia de Dios", dice José Miguel Echávarri, director del Banesto, "la que ha permitido a esta tierra de ricos pastos y anos alcornoques poder disfrutar del ciclismo de Miguel". La gracia de Dios y la propia actitud de Induráin, quien para continuar inmutable su carrera hacia el sexto Tour no ha dudado en arriesgarse a que a gente diga: "Bah, ha tenido que irse a Portugal para poder ganar una carrera porque en as importantes no hacía nada". Un camino que no es nuevo en la carrera del navarro, quien ya en 1991 disputó vueltas pequeñas en Francia para huir de la alergia que le asolaba en España.

No sólo son los éxitos lo que marca la carrera de Induráin. Su figura despierta pasiones allá por donde pasa. Los aficionados portugueses al ciclismo no han perdido la oportunidad de ver por primera vez en su país al hombre que está batiendo todos los récords. Las carreteras del Alentejo portugués, probablemente la región más deprimida de la Europa comunitaria, son testigos de la enorme expectación que el ciclista navarro ha despertado en todo el país. "Están los aficionados como asustados", dice Echávarri. "Ven a Induráin como una figura intocable".

Todos los medios de comunicación portugueses han destacado, a enviados especiales para seguir diariamente las evoluiciones de la carrera. Su objetivo es, sin duda, Miguel Induráin. Los periodistas quieren despejar todas las dudas que rodean al carismático ciclista. ¿Cuál es el secreto del hombre-máquina? ¿Abandonará el ciclismo profesional esta temporada? "El hombrerobot" o Robocop, como le califican algunos medios portugueses, no ha podido satisfacer estas ansias periodísticas. "Mi eventual abandono", dice el navarro, "no dependerá de los resultados obtenidos en el Tour de este año. Puedo ganar y seguir corriendo, o hasta perder y colgar la bicieleta al terminar el año".

"El hombre-máquina que tiene el increíble registro de 26 pulsaciones por minuto en situación de descanso", según la prensa portuguesa, reconoce que lleva una vida, "a veces un poco monótona". "Pero trato de que cada día sea un poco diferente, dependiendo de la preparación y de la proximidad de las pruebas que me esperan". Según el navarro, "uno de los mayores secretos" de su preparación es "descansar mucho

Descansar y comer. Miguelón no ha ocultado que le encanta la comida típica de Navarra. "En el invierno, fuera de las pruebas, llego incluso a abusar un poquito, pero durante la temporada cumplo una dieta rigurosa".

Ahora se le han acabado los vicios. Su pretemporada será dura, aunque también, gane o pierda el Tour, recibirá el reconocimiento que se merece. Su participación en esta ronda portuguesa ha sido aprovechada por el Gobierno de Lisboa para homenajearle. La Secretaría de Estado para el Deporte, la Federación Portuguesa de Ciclismo y el Club Nacional de Prensa Deportiva rendirán su "especial" tributo al pentacampeón del Tour el 1 de Mayo, la fiesta del Trabajo. Miguel Induráin ni siquiera sabía que iba a recibir una condecoración de Portugal. "¿El Gobierno portugués va a darme una medalla? No lo sabía", reconoció, sorprendido, el navarro, a quien las medallas no le dicen ya mucho. Él ha bajado al Alentejo a trabajar, entrenarse, sudar. No ha acudido para ganar, aunque, si de paso se lleva alguna victoria y su hermano estrena su palmarés, mejor.

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