"Hay que quitar a la hípica la etiqueta de elitista"
Doña Pilar de Borbón acaba de regresar de Sevilla, donde se ha celebrado la asamblea anual de la Federación Ecuestre Internacional (FEI), de la que es presidenta desde hace algo más de dos años. Es la primera vez que esta sesión se celebra en España. Los Juegos Olímpicos de Atlanta, la piroplasmosis- una enfermedad que no padecen los caballos en Estados Unidos y que impedirá la presencia de 20 ejemplares- y los derechos de televisión han sido algunos de los temas tratados.Pregunta. ¿Cuál es el balance de la reunión de Sevilla?
Respuesta. Ha sido un éxito rotundo. La ciudad se ha volcado. Sabían que esta oportunidad era muy importante para ellos, ya que reforzaría su imagen con vistas a su candidatura para los Juegos del 2004. Jerez también apoyó, porque quiere los Juegos Ecuestres. Todo salió muy bien, y hasta nos hizo un tiempo glorioso y todos los suecos y alemanes se marcharon encantados. Sólo uno de los miembros de la FEI había estado en España, y todos se fueron con una excelente impresión de nuestro país.
P. ¿Qué temas trataron en la sesión?
R. En estas reuniones siempre se habla de estatutos. Pero en esta ocasión tratamos de los derechos de televisión y publicidad de nuestros concursos, que es algo muy importante para nosotros.
P. Parece que el futuro del deporte, de la hípica también, va inevitablemente parejo a la televisión.
R. Vivimos de los derechos de televisión. Este año cada federación recibe un poco más de dinero del Comité Olímpico Internacional. Es un acuerdo para cuatro años. Recibiremos 375 millones de pesetas.
P. ¿Cómo ha sido su trabajo al frente de la FEI durante estos dos últimos años?
R. Creo que ha sido muy positivo. Ha habido mucho trabajo. No hay que cansarse de hablar con todo el mundo, de negociar, de acudir a reuniones y de defender nuestros derechos.
P. ¿Qué ha aprendido durante este tiempo al frente de la FEI?
R. Que es importante que a uno le conozcan, que hay que llamar a muchas puertas, que hay que unirse con otros deportes, porque cuando se trabaja en grupo se hace más fuerza.
P. Una de sus batallas ha sido intentar abrir las fronteras a todos los caballos. Los norteamericanos ante los Juegos de Atlanta están muy preocupados porque sus ejemplares no han sufrido la piroplasmosis, una efermedad contagiosa que sí hay en otros países.
R. Hemos mantenido muchas negociaciones. En Estados Unidos cada Estado tiene unas leyes, y son muy celosos de sus competencias. Las autoridades de Agricultura de Georgia han dicho que no quieren más caballos; los de carreras han hecho mucha fuerza para que así sea, mueven mucho dinero y tienen miedo a la piroplasmosis. Al final serán 20 los caballos que se quedarán sin ir a Atlanta, ni uno más. Habrá en total 158 en los Juegos.
P. ¿Habrá entonces muchas medidas sanitarias para los caballos que acudan a Atlanta?
R. Sí; están previstas zonas restringidas, zonas prohibidas, cuadras especiales. Las medidas serán muy estrictas.
P. ¿Qué le han parecido las instalaciones de los Juegos para la hípica?
R. Me han impresionado mucho. Se han vuelto a utilizar sistemas antiguos de ventilación. Lo que se hace en Africa. Se han construido edificios muy altos y muy grandes en los que caben hasta 90 caballos. El suelo es de tierra batida, que en África se ha demostrado que es lo más limpio y fresco. A ras de suelo y arriba, casi en el techo, hay aberturas, con lo cual el aire se renueva y circula en redondo.
P. ¿Cómo ha evolucionado el nivel de la hípica desde los Juegos de Barcelona?
R. Se ha alcanzado un nivel muy alto. Hay un jinete magnífico, Michael Mad, americano. Alemania, Holanda, Bélgica y Francia son las cuatro grande potencias. En España estamos muy bien en doma; en lo demás, no lo sé muy bien. Es una incógnita. Tenemos jinetes magníficos, pero ha sido una época de transición de caballos. En doma, en cambio, estamos a primer nivel; es un gran equipo.
P. Pero, la hípica sigue siendo en España un deporte minoritario.
R. Es que muchos medios de comunicación siguen sosteniendo que es un deporte elitista, y no lo es. Hay caballos muy asequibles y modalidades que también lo son. La hípica no es sólo concurso hípico, hay seis modalidades más donde se puede pasar muy bien y con muy poco gasto. También está el turismo ecuestre, que como experiencia es muy interesante. Una de las asignaturas pendientes es lograr que la hípica pierda la etiqueta de elitista.
P. Las previsiones para Atlanta son muy optimistas a la hora de las medallas.
R. Claro que deben serlo. Están Fermín Cacho y Martín Fiz en atletismo; en gimnasia rítmica somos muy buenas; está Arantxa, aunque también Seles y Graff; Induráin es seguro; en vela, Teresa Zabell es magnífica; en hockey somos medalla de oro, y en fútbol también, porque los sub 21 es un equipo muy bueno.
P. Está muy al día de otros deportes. ¿Cuáles sigue?
R. El tenis lo veo por las noches en Eurosport. El fútbol lo sigo porque tengo muchos futbolistas en casa. A mis cuatro hijos y a mi yerno les gusta; incluso mi hija se ha aficionado. No se habla más que de fútbol: que si Raúl en los sub 21 juega muy bien...
P. Parece que estamos viviendo un momento importante para el deporte femenino.
R. Sí, no hay duda; pero en hípica se han esfumado las mujeres. En España tenemos el caso de Beatriz Ferrer, en doma, que se ha sacrificado durante seis años viviendo entre Suiza y Alemania. Es una vida muy sacrificada. Para las mujeres es muy complicado; si te casas no se puede tener tres vidas: una como casada, otra como trabajadora y otra como deportista.
P. En el ámbito de los dirigentes, usted es la única que preside una federación internacional.
R. Sí, soy la única mujer. Pasa lo mismo: nadie se dedica a fondo. En mi caso se han encontrado con una viuda con su vida organizada y con tiempo y ganas.
P. ¿Cómo ha sido la experiencia?
R. Estoy entusiasmada. No he podido trabajar nunca por mis circunstancias familiares. Ahora siento que tengo que dar el do de pecho, pero me siento capacitada, con la cabeza preparada. En ello ha influido tener una familia como la mía, un marido metido en negocios, un padre muy ocupado y un hermano que también lo está. Algo te queda de todo ello. Conoces a medio mundo. Y, para ser presidenta de federación, poder llamar a alguien y que se ponga es importante.
P. Es decir, que tiene ventaja sobre el resto.
R. Se puede decir que tengo ventaja logística.
P. ¿Piensa presentarse a la reelección?
R. Si lo supiera no lo diría. Todo el mundo me lo pregunta, aunque quedan dos años; pero, como me dijo Samaranch: "No se lo digas ni al cuello de tu camisa". Estoy muy contenta, veremos qué pasa. Tras estos dos años de trabajo, cuando ya está todo en marcha, ahora hay que pensar en el futuro.
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