El Madrid, a un paso del título

El Madrid se ha cargado de razones para convertirse en el segundo candidato al título. O en el primero, si se piensa que el Hércules ha echado el freno. A tres puntos del liderato están ya los blancos, que ayer triunfaron en un partido difícil, de rocoso, lleno de trampas. Los de Egea le echaron sentido común a tan complicado asunto. Y eso, junto al golazo de José Maria, les resultó suficiente.El partido lo puso áspero, desde el inicio, el Badajoz. Inferior técnicamente, inundó el césped de sudor y untó de betún la imaginación blanca. Eligió el choque como alternativa. Así que el Madrid, en vista de que en la cocina pacense había poco que rascar, optó por la distancia, el disparo lejano... y José María, que rebañó un balón en la banda, caracoleó en busca de mejor posición y divisó el hueco. Su descomunal pelotazo se fue dentro a velocidad de vértigo.

Era el momento de calmar las cosas, de tocarla. Jaime se puso a ello con denodado esfuerzo. Si el partido navegaba hacia aquel terreno, el del juego en corto, el Badajoz estaba perdido. La salida de Zegarra impidió su naufragio. Porque el peruano se colocó entre líneas y obligó a los creadores del juego local a mirar a sus espaldas. El Madrid se atascó al paupérrimo ritmo de los pelotazos de su rival, un equipo cuadriculado, de trazo grueso. Pero capaz de asustar.

A falta de seis minutos, en una de las pocas jugadas elaboradas de¡ Badajoz, Paco encontró un pasillo en la zaga blanca. Su incursión la cortó en seco, y con no poca torpeza, Luis Martínez. Era penalti. Los extremeños estaban en disposición de sacar diamantes de donde sólo había granito. Pero Contreras despejó el disparo de Zegarra. Fue éste un justo desenlace, porque el Madrid, sin hacer nada del otro jueves, supo echarle carácter al asunto cuando el partido derivó hacia terrenos escabrosos, con el cielo pensando qué delito habría cometido para recibir tantos y tantos pelotazos.