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El Valladolid sale de la zona de peligro

El Valladolid sigue en estado de gracia. De los últimos 24 puntos ha sumado 18, ha salido incluso de los puestos de promoción y se ha plantado en la recta final del campeonato asumiento el papel de equipo que viene desde abajo y en un santiamén elude el peligro.Tras la victoria en el Calderón, la euforia terminó con el pitido inicial, y una vez más los hombres de Cantatore hicieron de la concentración a lo largo de los 90 minutos su mejor arma. El Sporting intentó echar mano de sus escasos recursos ofensivos, pero con Ledhiakov en la grada, y Salinas en el banquillo, Yekini era un convidado de piedra en el planteamiento ultradefensivo que Díaz Novoa expuso en Valladolid para solventar los muchos males que aquejan a un equipo que sigue la trayectoria inversa del Valladolid. A un principio de temporada fulgurante, sólo ha sabido responder con una segunda parte de campeonato mediocre, nula en resultados y que ayer quedo perfectamente resumida en la inoperancia.

La primera parte se solventó en una guerra de nervios. El Valladolid necesitó ver muy cerca el peligro para encarar el partido, tal y como exigen sus necesidades. El Sporting mantuvo la posesión de la pelota y se acercó al área de César en tres ocasiones, pero dos rápidos contraataques colocaron a cada uno en su papel y los asturianos tuvieron que echar, mano de su fuerza física, para evitar que se les escapase un partido que hasta entonces habían controlado de cabo a rabo.

En la primera parte el fútbol había sido escaso, en la segunda fue inexistente. Los dos equipos eran conscientes de que perder es lo peor que les podía ocurrir y en espera de algún golpe de timón que pudiese resultar definitivo, se limitaron a dormitar sobre el césped. El golpe llegó y por partida doble mediada la segunda mitad. La zaga del Sporting, que había dado muestras de debilidad en las jugadas a balón parado, falló en una jugada por la derecha que se solventó con un despeje de Ricardo Bango que dejó el balón muerto a los pies de Marcos. Si el gol dejó tocada la moral de los hombres de Novoa, la expulsión de Ablanedo dos minutos después terminó de romper su precaria estrategia. A los asturianos, sin recursos, sólo les quedó ver pasar la estela de su rival, mientras que el Valladolid saboreaba el cadáver de un enemigo al que por el momento supera en la clasificación.

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