Se esfuma la euforia del Moscardó

La euforia duró poco. La moral que otorgó el, triunfo de la semana pasada en Aranjuez se derrumbó en cinco minutos. El Moscardó jugó ayer el peor encuentro que se le recuerda desde hace mucho tiempo. Nadie entiende que en un margen tan corto de tiempo hayan podido cambiar tanto las cosas.El Fuenlabrada manejó con plena suficiencia el encuentro. El dominio y las ocasiones estuvieron de su lado. Y a su alcance estuvo la posibilidad de machacar aún más a su rival, con un par de golitos adicionales.

A los fuenlabreños se les puso el partido de cara casi a las primeras de cambio, al incurrir los de Usera en un penalti a los cinco minutos de juego . Pero cabía esperar mayor entereza en un equipo como el Moscardó, mayor capacidad para sobreponerse. No fue así. Los locales se descentraron y perdieron el sitio por completo, quedando a merced de un Fuenlabrada muy crecido, que marcó el ritmo y siguió lanzando zarpazos tremendamente peligrosos. El Fuenla se dio cuenta de que éste era su partido. La sorpresa se consolidaba poco después de la media hora con el segundo gol de Peces, seco y colocado, absolutamente imparable. Y tampoco hubo reacción en la segunda parte.

El Moscardó estaba ayer con la torta y sus jugadores, tremendamente nerviosos. El Fuenlabrada jugaba a su antojo y se aprovechaba de las imprecisiones de los de Usera para interceptar balones en la zona ancha y lanzarse al ataque con peligro. Resultaba increíble, pero el Mosca se vio encerrado en el área propia una y otra vez, despejando a córner los balones en pleno agobio y sin conseguir desembarazarse de la presión ejercida por el equipo visitante.

Los goles siguieron cayendo. Sólo al final los de Usera arriesgaron un poco: y lo único que consiguieron fue llevarse el cuarto de la mañana, en los minutos de descuento.