El Madrid se pasea en murcia

Quince puestos de diferencia en la tabla clasificatoria y, sobre todo, el abismo entre uno y otro baloncesto no podían deparar otro resultado entre el líder de la ACB, el Madrid , y uno de los del furgón de cola, el CB Murcia, que dejó detalles interesantes. La maquinaria madridista dispuesta esta temporada por Zeljko Obradovic funciona a la perfección allá por donde pasa. Y Murcia no fue una excepción. La buena selección en el tiro, la defensa de anticipación y el juego de equipo que desarrolla el conjunto madridista en la actualidad, además de la soberbia actuación de Savic, bastaron para doblegar al CB Murcia en su propia cancha. El debú de Mike Jones y la entrada de Patrick Savoy, procedente del Balneario Archena, eran poco bagaje para enfrentarse al actual campeón de Europa.Desde el comienzo del partido, el Madrid metió la directa y, canasta a canasta, contraataque a contraataque, el marcador fue engordando de una manera progresiva. Sin precipitación, sin prisas. Así, al final de la primera parte, el Madrid ya había cobrado una ventaja de 17 puntos (29-46).

El descanso del encuentro debió servir para aclarar las ideas de los murcianos. Y pese a que en los primeros cinco minutos de la reanudación el Madrid llegó a ampliar la ventaja hasta los 26 puntos, los hombres de José María Oleart comenzaron a ejercer una defensa presionante que les llevó a robar muchos balones y seleccionar mejor el tiro. Esa tímida reacción del Murcia -la diferencia bajó a los 15 puntos- coincidió con la salida de la cancha de Joe Arlauckas, el máximo anotador de la Liga. Pero esta temporada el Madrid no se siente huérfano con la ausencia de un jugador como el año pasado le ocurría con Sabonis. El neoyorquino es una pieza clave, pero no indispensable. Y ahí apareció Savic, un jugador extraordinario que no está de vuelta de nada pese a su larga y dilatada trayectoria:. El serbio reboteó, metió canastas (26 puntos) y se erigió en el mejor jugador del partido. El Murcia dejó detalles, como la buena actuación de Savoy y Jones.

El resultado no fue de escándalo, aunque sí contundente, porque el Madrid puso el freno en la recta final del encuentro, sabedor de que esta semana tiene un difícil compromiso en la Liga Europea: el Barcelona, su eterno rival.