El Sporting gana por aplastamiento

Aunque parezca mentira, un partido entre el Sporting de Gijón y el Valladolid puede dar para mucho. Por ejemplo, para calibrar la ascensión de, nuevos valores, como Fernando. También para descubrir en el banquillo la palanca de cambio de un equipo como el Valladolid, un bloque hecho y derecho. También para confirmar la potencialidad larvada del Sporting, que sale a la luz sólo a ráfagas. E incluso para asistir al debú más esperado, el de Yekini, después de 10 meses de calvario silencioso en Gijón a causa de una grave lesión.El Sporting volvió a ganar por aplastamiento. No fue mejor que él Valladolid, pero tuvo más dinamita en los momentos decisivos. Bastó que sus pesos pesados apareciesen para pasar por encima del Valladolid. Volvieron a ser decisivos jugadores como Eloy, Salinas o Hugo Pérez, que el año pasado no estaban o llegaron tarde. Y hasta un nuevo yogurín, Aitor, se sumó a la fiesta.

El partido repitió argumentos ya conocidos en Gijón. Un visitante aparentemente modesto, pero con buena pinta, se adueña del partido con un fútbol limpio y ambicioso. Enfrente, el Sporting se entregaba a sus salvadores, que no aparecían por ningún lado.