Jospin desdeña todo apoyo procedente del 'ultra' Le Pen

Lionel Jospin demostró ayer, de forma inequívoca, que no tenía ninguna intención de cortejar al líder ultraderechista Jean-Marie Le Pen. El candidato socialista anunció que, si vencía, las elecciones generales inmediatas se efectuarían por el sistema mayoritario, y no por el sistema proporcional previsto en su programa. "La proporcionalidad" dijo, "se introduciría más tarde, durante la legislatura". El sistema proporcional es una de las grandes reivindicaciones de Le Pen, ya que le permitiría volver a contar con un grupo parlamentario, y una de las razones por las que el caudillo neofascista, crecido con sus 4,5 millones de votos, ha venido prodigando elogios a Jospin.El jueves por la noche, en Marsella, el candidato socialista expresó con igual claridad su desprecio por las ideas ultraderechistas. En la ciudad-feudo de Le Pen, Jospin celebró un mitin en compañía de una de las figuras más íntegras de la izquierda francesa: Robert Badinter, ex ministro de Justicia y ex presidente del Tribunal Constitucional. Fue todo un símbolo, dado el odio que la ultraderecha siente hacia Badinter, el hombre que en 1981 abolió la pena de muerte y siempre antepuso los derechos humanos y cívicos a las exigencias policiales.

" No habrá nunca el menor gesto hacia los racistas", afirmó Jospin, tras un apasionado discurso de Badinter sobre las virtudes integradoras de la República. Jospin atacó con delectación a Jacques Chirac, de quien negó que poseyera las virtudes de "experiencia y pragmatismo" que venía atribuyéndose el alcalde de París: "¿De qué le sirve haber sido dos veces primer ministro si a estas alturas aún no sabemos lo que piensa ni lo que hará mañana?", se preguntó el candidato socialista.