Llueven las peticiones de sanción a Jesús Gil por sus declaraciones racistas contra Valencia
La Comisión Nacional contra la Violencia en el Deporte pedirá a la Federación de Fútbol que incoe expediente a Jesús Gil, presidente del Atlético de Madrid, por sus críticas racistas al jugador Adolfo Valencia. El Comité Español de Disciplina Deportiva puede decidir hoy una acción similar. Las sanciones deportivas, sin embargo, no pueden pasar de la inhabilitación, experiencia que ya superó Gil en su día colocando a su hijo en el palco. Izquierda Unida solicita la intervención del fiscal general del Estado y menciona que en la reforma del Código Penal se tipifican hechos así como delito.
, Rafael Cortés Elvira, secretario de Estado para el Deporte, las calificó de "declaraciones fascistas. Es un ataque directo a los valores del sistema democrático". El sindicato de jugadores, AFE, pidió sanciones. Y la Comisión Antiviolencia tratará el asunto mañana."De mí no se burla nadie. Al negro
[en referencia a Adolfo Valencia] le corto la cabeza. Que se vaya a Colombia, a ver si le matan de verdad". Estas afirmaciones fueron efectuadas el domingo por Jesús Gil, el dueño del Atlético, al término del partido que su equipo jugó contra el Logroñés. "Me dan ganas de fusilarlos a todos", fue otra de las frases de Gil. Estas declaraciones se produjeron después de que en el estadio Calderón aparecieran pintadas racistas contra algunos jugadores, sobre todo contra Valencia.
Una vez que el presidente rojiblanco arremetiera contra Valencia, seguidores del Frente Atlético, que acudieron al estadio de Las Gaunas, también profirieron insultos contra el citado jugador. "Negro, basura, tu piel no tiene cura". "Vuelve a Colombia", "Negro, narcotraficante", fueron algunas de las frases coreadas por el grupo ultra. "Las manifestaciones de Gil son tan fuertes", añadió Luis Peiró, portavoz de la Comisión Antiviolencia, "que la comisión se ve obligada a debatir este asunto. No hay duda de que se trata de una incitación a la violencia, como también las pintadas con amenazas para ese jugador y otros compañeros del equipo aparecidas en el campo del Atlético".
Gil compareció ayer en otro tono tras la reunión con los jugadores. Por la mañana habían desaparecido las pintadas racistas, en el estadio Calderón, pintadas que permanecieron intactas durante casi tres días. A mediodía pidió disculpas: "Hay algo que me duele, que se hayan extrapolado mis declaraciones. Provocar racismo o violencia no ha estado en mi ánimo. Soy antiviolencia total. Todas esas pintadas que ha habido son producto de cuatro o cinco exaltados. Aquí, ni hay racismo, ni xenofobia, ni vamos a provocar violencia. Yo, sin querer, he podido ser el vehículo para, en vez de restar, alentar más a los violentos que tienen como forma de expresión las pintadas o los insultos. En el fútbol se están metiendo saboteadores".
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