Caminos diferentes

/ S. M. SERRANO Barcelona / Madrid Real Madrid y Barcelona, aun en grupos distintos, compartieron el camino durante buena parte de la fase regular de la Liga Europea. Ahora, en el momento cumbre, sus destinos se separan bruscamente. Los madridistas, clasificados para cuartos de final, sólo necesitan una victoria para ser primeros de su grupo; al Barça no le vale ganar para ser cuarto y poder disputar los cuartos de final.

BARCELONA-OLYMPIAKOS

El 0lyrnjíakos griego, líder del grupo B y ya clasificado para los cuartos d6final de los que saldrán los cuatro clasificados para la final four de Zaragoza, llega al Palau Blaugrana con dos importantes bajas, las de su base Bakatsias y su escolta, Sigalas, ambos lesionados. Aún así es un equipo temible que cuenta con varias individualidades capaces de resolver un partido por ellas mismas como son el alero estadounidense Eddie Johnson y los pívots Volkov y Fassoulas. El Barcelona deberá ganar obligatoriamente y rezar para que el Joventut derrote al Buckler de Bolonia, que se juega el pase, y esperar el resultado de Zagreb.

A sugerencia del Barca, la federación internacional (FIBA) ha intentado unificar los horarios de la última jornada y, a expensas de la confirmación de TVE, los partidos del Barcelona y Joventut se disputarán con un cuarto de hora de diferencia y serán retransmitidos simultáneamente por el Canal 33.

REAL MADRID-PANATHINAIKOS. En duelo directo y definitivo, Real Madrid y Panathinaikos se juegan esta noche en el Palacio (20.15 horas; La 2), la primera posición del grupo A de la Liga Europea. El choque es como una especie de viaje sin retorno para el Panathinaikos. El conjunto griego, si pierde, será tercero y no tendrá ventaja de campo en el cruce de cuartos de final.

La igualdad protagonizada por Madrid, Panathinaikos y Scavolini se ha mantenido hasta el último momento. Ayer, sin embargo, el conjunto italiano despejó algunas dudas tras perder ante el Paok Salónica por 84-79. El Madrid parte con ventaja porque depende exclusivamente de sí mismo: si gana, el liderato será suyo. En caso de caer derrotado, mantendrá la segunda posición después de la derrota de ayer del Scavolini. El Panathinaikos no disfruta de tal margen, con lo que su encuentro es un cara o cruz: si gana será primero de grupo y si pierde quedará relegado al tercer lugar.

El partido se prevé sumamente equilibrado entre dos escuadras muy parejas y que siguen una trayectoria casi idéntica en esta fase regular. Españoles y griegos han pasado su campaña en la seguridad en su cancha, en la que no conocen el fracaso. En las salidas, el Madrid se ha mostrado más fuerte: además de ganar en Liubliana y Lisboa, donde sumó sus únicos triunfos a domicilio el Panathinaikos, también ganó en Salónica.

Obradovic podrá contar con todo su plantel, si finalmente Martín confirma su rehabilitación, para el decisivo desafío de esta noche, en el que está en el aire la mitad del boleto para la final a cuatro de Zaragoza. Al Madrid, esta vez, no le valdrá con un acelerón para ganar el partido; el rival no es el Huesca. El Panathinaikos forma una escuadra sólida y bien apuntalada en todas las posiciones. El base Yannakis (35 años, 1,93), el alero montenegrino Paspalj (28, 2,07) y el pivot croata Vrankovic (30, 2,17) son sus estrellas y en el caso, fundamentalmente, de Paspalj el elemento capaz de desequilibrar.

Pero no faltan jugadores de calidad en la escuadra helena, como los internacionales Patávoukas (base, 1,93), Myrounis (alero, 2,05), Alvertis (alero, 2,06) o el serbio nacionalizado griego Peckarski (pívot, 2,10).

Precisamente, de la combinación Vrankovic-Peckarski, emerge un equipo muy poderoso debajo de los tableros, uno de los pocos que en Europa osan medirse al Madrid de Sabonis en esa faceta. El duelo entre el lituano (2,21) y Vrankovic (2,17 de puro defensor e intimidador) tendrá mucho que ver, dependiendo de quién sea el ganador, con el resultado final. La clave para el Madrid, sin embargo, residirá en frenar parcialmente -anularlo es tarea imposible- a Paspalj, que ya fue la pieza clave en el partido de ida, que ganaron los griegos por 77-64.