El sector crítico de UGT intentó vetar la fundación unitaria con Comisiones

El sector crítico de UGT lanzó ayer un último pulso al líder del sindicato, Cándido Méndez. Logró que se votara por separado la creación de una fundación unitaria con Comisiones Obreras, que están poniendo en marcha José María Zufiaur (por UGT) y, Julián Ariza (por CC OO) con el apoyo de las direcciones de las dos centrales. El comité confederal ugetista lo aprobó finalmente por un estrecho margen de 77 votos afirmativos, 58 negativos y 18 abstenciones -entre ellas la de Gustavo Gardey, miembro de la dirección- José Álvarez, líder de Cataluña, justificó su oposición así: "Esa fundación no se aprobó en el Congreso y hemos conseguido que no sea el embrión de una posible fusión orgánica y de ideas". El sindicalista negó que el grupo que aglutina Manuel Fernández Lito sea "antiunitario" pero añadió: "No queremos que el debate sobre un único sindicato se haga en una fundación, sino en las fábricas". Este sector, que no ha respaldado la gestión de Méndez y su ejecutiva -aprobada por 88 votos afirmativos (el 59,7%), 59 abstenciones y un voto negativo-, en cambio apoyó por unanimidad la resolución en la que se recoge la estrategia sindical futura. Cándido Méndez declaró a EL PAÍS que eso demuestra que "no hay quiebra en la línea política y que existe plena coincidencia en la estrategia sindical, en la política de pactos y en las medidas de austeridad económica". La votación que ha obtenido en este comité demuestra, a su juicio, que "la cultura organizativa es distinta desde el 36º Congreso, ahora se vota sin brazos de madera y eso enriquece la vida democrática de UGT". En cuanto a la postura disidente de tres miembros de la dirección puesta de manifiesto el lunes, Méndez dijo que la ejecutiva lo debatirá "sin tapujos y en profundidad para ver el calado de las discrepancias", en una reunión que previsiblemente tenga lugar en la segunda semana de enero.