Un silbato anónimo frustra la victoria blanca
El partido disputado ayer en la Ciudad Deportiva por el Real Madrid B se recordará por un hecho insólito. Y es que no todos los días se ve a un aficionado intentando hacer las veces de árbitro desde la banda, y, lo que es peor, consiguiendo sus propósitos. Al poco de comenzar el encuentro llegaba la jugada polémica: el árbitro anula un gol al madridista Dani porque la defensa del Salamanca confundió el pitido del silbato de un aficionado y se quedó parada mientras que el delantero, marcaba.Esta acción descentró a los jugadores y, salvo en un par de jugadas, ambos equipos desarrollaron un juego insulso e impreciso durante la primera parte.
El equipo salmantino se mostró seguro atrás y capaz de crear ocasiones al contragolpe, aunque Jon Igoa, Joan Barbará e Ismael Urzaiz no acertaron.
Poco después de la reanudación, el centrocampista del Salamanca Antonio Díaz, uno de los pocos que jugó a buen nivel durante todo el partido, estrelló un balón en el poste y no pudo culminar una excelente jugada personal. Mientras, el Real Madrid se mostraba incapaz de crear peligro y tan sólo efectuaba disparos desde muy lejos.
El Salamanca dispuso de otra inmejorable ocasión cuando Urzaiz envió otra vez al palo un pase de Vellisca, pero a la conclusión se llegó con el resultado inicial. El Salamanca desperdició ayer una magnífica oportunidad para consolidarse en los puestos de cabeza ante un flojo Real Madrid B, que decepcionó a su público con un juego errático.