Cándido Méndez pone tierra de por medio con José María Aznar

José María Aznar se encontró ayer en la sede de UGT con otra UGT. Una Unión General de Trabajadores que ya no hace tándem con el centro-derecha para criticar al Gobierno y cuyo líder, Cándido Méndez, reconoce sin empacho que ve puntos en común con el PSOE e Izquierda Unida y "ningún tipo de coincidencia con el Partido Popular". Y eso pocos minutos después de haber mantenido una reunión de más de una hora con el presidente del PP y varios miembros de su comité ejecutivo.

El presidente nacional del PP no debió encontrar en Cándido Méndez la complicidad que halló en su día en Nicolás Redondo, porque, después de hablar con él, los términos que utilizó para referirse al dirigente ugetista fueron de estricta cortesía. "Me merece el mayor respeto y consideración, y espero que tenga éxito". Una fórmula que ni siquiera recoge del todo su opinión sobre Méndez, al que valora por ser un dirigente sindical más proclive al pacto que al enfrentamiento y que puede ayudar a que los sindicatos tengan actitudes más constructivas para la economía española.Aznar aprovechó el hecho de que fuera la primera ocasión en que se reunía con la nueva cúpula de UGT para definir la reunión como "una toma de contacto". Y subrayó que es su deseo -como si abriera un interrogante sobre el deseo de UGT- que las "extraordinariamente sólidas y sinceras" relaciones que establecieron él y Redondo tengan continuidad en el futuro con el intercambio de opiniones e informaciones entre los nuevos dirigentes de UGT y los del PP.

Cándido Méndez aprovechó la ronda de conversaciones que ha mantenido con el PSOE, CiU e IU para calificar la reunión de ayer como una más, y además la última de sus consultas sobre los proyectos de ley sobre presupuestos y salud laboral. Méndez dejó claro que hablará con el PP cuantas veces haga falta, pero dejó más claro aún que, "por la superficialidad con que ha sido tratada la política de privatizaciones de empresas públicas y el sistema de pensiones, no se puede derivar ningún tipo de coincidencia". Y remachó: "A diferencia de las reuniones con otros partidos, no podemos sacar ningún tipo de coincidencia".

La delegación ugetista transmitió a los representantes del PP -Aznar, Celia Villalobos, Juan Carlos Aparicio y José María Michavila, todos ellos diputados- su protesta por las críticas populares a la intervención de los sindicatos en la vida de las empresas. Cándido Méndez aprovechó su conferencia de prensa posterior para recordar al PP que esa participación de los sindicatos deriva de derechos establecidos en la Constitución.

El líder ugetista afirmó haber transmitido a Aznar su oposición a cualquier debate que cuestione la garantía pública del sistema de pensiones. El presidente del PP quiso dejar claro que comparte el deseo de mantener el actual sistema, pero planteó su preocupación de otro modo. Porque, según él, la política económica del Gobierno pone en riesgo el aprovechamiento de la recuperación internacional y con ello crea el peligro de recortes, que él no desea -dijo-, en los derechos sociales.

Los ugetistas se mostraron en contra de una política indiscriminada de privatizaciones de empresas estatales, porque, según Méndez, es necesaria una clara presencia del sector público en sectores estratégicos. "No es que tengamos un rechazo total a las privatizaciones, sino que queremos que se analice caso por caso", precisó el líder de UGT.

Méndez aprovechó la pregunta de un periodista para matizar que Redondo siempre será bien recibido en la sede de UGT, aunque quien manda ahora en el sindicato es la nueva ejecutiva confederal. Una ejecutiva que está tomando sus decisiones por consenso, sin necesidad de votación.