El Barcelona recible una afrenta seria
La primera afrenta seria del Barcelona acabó con el grupo de zapadores al mando de Cruyff rindiendo las armas ante el portal de Zubizarreta. Un mal asunto que el pasado reciente aflore cuando no se perfila aún el presente. La hinchada camina hacia la línea de salida por la senda de los elefantes con una mueca en el semblante.El Gamper sirve, ante todo, para marcar el estado de ánimo con que hay que empezar el curso futbolístico, y por lo visto el socio presume que este puede ser un ano duro. Todos los equipos se han armado hasta los dientes y el Barça, de momento, sólo convida al debate. Hay mucha murmuración en torno al grupo de este año.
No es ese un equipo euforizante. Ni mágico. Ni, de momento, deslumbrante. Ha perdido el toque de Laudrup en favor de la coz de Hagi. Ha sustituido la so briedad de Zubizarreta por la alegría de Busquets o la figura apocada de Lopetegui. Y ha con tratado obreros cualificados, como Abelardo o Eskurza, para combatir a rivales que luchan por despejarse de su pasado in dustrial exhibiendo artistas hurtados al enemigo.
1 Barcelona: Lopetegui; Ferrer, Koeman (Sánchez
Jara, m. 45), Abelardo; Bakero (Guardiola, m. 45), Nadal, lván (Eusebio, m. 68), Sergi; Eskurza (Begiristain, m, 59), Stoichkov y Hagi.4 Valencia: Zubizarreta; Juan Carlos (Serer m. 69), Giner, Camarasa, Romero; Fernando Poyatos, Maqueda (Mendieta, m. 61), Alvaro; Mijatovic y Gálvez (Eloy, m. 65). Goles: 0-1. M.11. Álvaro sirve una falta de forma rápida para Gálvez, que supera a Ferrer y centra el segundo palo para que Fernando remache. 0-2. M 19. Mijatovic sirve para la llegada de Maqueda cuyo remate rebota en Poyatos y despita a Lopetegui. 1-2. M.58. Guardiola abre para Eskurza, y su centro es rematado por Stoichkov. 1-3. M.70. Mijatovic acaba con un remate preciso una jugada individual preciosa. 1-4. M.82. Eloy remata una jugada de Alvaro por la izquierda. Arbitro: Ansuátegui Roca. Valenciano. Mostró la tarjeta amarilla a Stoichkov y Eusebio., Unos 65.000 espectadores en el Camp Nou en la final del Joan Gamper.
El Valencia cuestionó el momento azulgrana. El colectivo de Parreira provocó la nostalgia en el Camp Nou. Hubo mucha añoranza. El grupo de Cruyff huele todavía a fútbol. Ha perdido, sin embargo, aquel perfume embriagador que permitía seguir su rastro hasta en la oscuridad. Hoy hay un discurso de buenas intenciones, un afán por quedar bien, por ganarse el sueldo, y poco más. Una tarea vulgar para un equipo distinto.
Los presentes no consiguieron ayer hacer olvidar a los ausentes. Zubizarreta salió como un héroe y la grada se acordó tanto de Laudrup como de Romario. Cruyff montó un laboratorio sobre la cancha y la probeta estalló.
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