Olano: "lnduráin nos enseñó el camino y no hay que tener prisa"

El campeón de España, Abraham Olano, se ha convertido en uno de los hombres destacados de la carrera sin buscar en ella una buena clasificación. Su misión es estar junto a Rominger para lo que pueda necesitar. Por el momento, en las contrarrelojes, ha servido de referencia al corredor suizo. "Aquí vengo a trabajar y a que Ton¡ esté lo más arriba posible", declaró el guipuzcoano, cuyo futuro, a los 24 años, es prometedor.Olano no tiene prisa en llegar a. ser jefe de equipo en la carrera más importante del mundo. No sabe qué clasificación obtendrá al final en París -por el momento es octavo a 9.20 minutos de Induráin-, pero desde luego, por buena que sea, nunca tanto como si hubiera disputado la carrera. "Hay que correrla para saber las tensiones y los momentos duros que se viven. No tiene riada que ver con otra carrera. A mí me ha tocado trabajar para Rominger y tengo que estar siempre delante; eso me ha servido lo para darme cuenta de la auténtica tensión que se vive". Hizo un buen prólogo, una buena contrarreloj, nunca llegó descolgado en las etapas en llano y en el primer contacto con la montaña llegó en uno de los primeros grupos, junto a Rominger. Su clasificación no es de extrañar. Pero siempre será uno más, porque ha de ceder el protagonismo a su jefe. Ni siquiera podrá intentar el triunfo en una etapa: "Mi misión es estar al lado de Rominger, sobre todo en las llegadas llanas, para que no tenga problemas. En el Tour es muy difícil conseguir una buena colocación en las llegadas y no interesa arriesgarse. El equipo podría perder un corredor en alguna caída, como me ocurrió el año pasado, y más vale prevenir, pensando en el trabajo conjunto".

Desde el pasado viernes, Olano ya luce su jersei de campeón de España, una vez que le llegó desde Italia, donde tiene la fábrica la empresa que viste al equipo. "Tenía ganas de ponérmelo, que para eso soy el campeón", comenta. "Así me pueden distinguir más fácil en mi casa cuando ven la televisión". Olano es, junto con Zarrabeitia -ausente en el Tour a causa de una lesión-, el corredor español de mayor proyección. Pese a que podía exigir tratamiento de figura, prefiere aprender y trabajar para los maestros: "Induráin también fue gregario de Delgado y ahora ya lleva ganados tres Tours. Miguel, como el mismo Rominger, nos enseñó a los que venimos detrás que en el ciclismo no hay que tener prisa". Por su fisonomía y su futuro prometedor es comparado al corredor navarro. Pese a que es más bajo, 1,84 metros por 1,88 de Miguel, es más alto de la media. Durante los últimos meses ha obtenido frutos de un intenso trabajo para adelgazar 14 kilos.

Olano nació en Anoeta, a 20 kilómetros de San Sebastián, y pertenece a la generación de Berzin, ganador del Giro. Con éste coincidió en los Campeonatos del Mundo de pista de 1990, en el equipo de persecución, y años, después decidió su paso al profesionalismo, después de tantear su ingreso en diversos equipos. En alguno llegó a pagar 70.000 pesetas para los desplazamientos, cifra que, posteriormente, nunca llegó a recuperar. Ahora, empieza a ser uno de los más cotizados del pelotón. A pesar de que tiene un año más de contrato con el Mapei, varios equipos, en tre otros el Motorola, siguen de cerca, sus pedaladas.