La ecología amenaza al patrimonio

Las partituras de Bach o Haydn se conservan perfectamente. Las que empleó Granados -murió en el Titanic- deben ser restauradas. El progreso ha traído la destrucción, que acelera, paradójicamen te, la ecología. La utilización de papel reciclado ha supuesto una nueva señal de alarma. En pocos años, la fiebre verde ha llegado a los Parlamentos y amenaza con atacar de muerte al patrimonio escrito, El papel reciclado dura unos 30 años.Desde mediados del siglo pasado, el papel ha sufrido una paulatina degradación. La Biblioteca Nacional de Francia restaura anualmente 80.000 libros,...

Las partituras de Bach o Haydn se conservan perfectamente. Las que empleó Granados -murió en el Titanic- deben ser restauradas. El progreso ha traído la destrucción, que acelera, paradójicamen te, la ecología. La utilización de papel reciclado ha supuesto una nueva señal de alarma. En pocos años, la fiebre verde ha llegado a los Parlamentos y amenaza con atacar de muerte al patrimonio escrito, El papel reciclado dura unos 30 años.Desde mediados del siglo pasado, el papel ha sufrido una paulatina degradación. La Biblioteca Nacional de Francia restaura anualmente 80.000 libros, de los cinco millones publicados entre 1850 y 1950, en su centro especializado de Sablésur-Sharte. La causa: la utilización en la fabricación de papel de componentes ácidos.

"El papel blanco tiene una duración de 50, 70 o 100 años, mientras que el llamado ecológico dura una treintena de años", explica Ramón Alberch, archivero jefe del Ayuntamiento de Barcelona, que encabeza la oposición a la cruzada verde.

"Hay que ir hacia el papel permanente, como ya se hace en Suecia, Noruega, Estados Unidos, porque este papel tiene una duración de unos 500 años; el papel reciclado no es útil para finalidades históricas", agrega.

Utilizar ese tipo de papel permanente no es menos ecológico. No está justificado el hecho de que al papel reciclado se le llame ecológico, porque en su proceso de fabricación pueden utilizarse sustancias más contaminantes que en la obtención de papel blanco. Alberch reconoce que la batalla entre patrimonio y papel reciclado no es más que el aspecto más vistoso de una guerra de más de un siglo entre papel blanco y patrimonio.

El Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales ha dictaminado que el papel reciclado sin verificación de sus características "no debe ser utilizado en cuanta documentación tiene calidad de archivo, máxime si se prevé su proyección como integrante del patrimonio, aunque es válido e incluso recomendable para uso doméstico, escolar, anotaciones y comunicaciones de regimen interior".

Mientras las alarmas suenan, la clase política sigue embelesada por los cánticos de sirenas verdes. La explicación es sencilla: el papel reciclado permite colocarse, sin coste, la etiqueta ecologista. El Parlameno catalán dio luz verde -en mayo de 1992- al uso de ese papel. El Congreso de los Diputados no fue a la zaga y en noviembre de 1992 hizo lo propio.