Cine / El grito de la lechuza (1.05)

Francia, 1987. Director: Claude Chabrol. Intérpretes: Mathilda May, Christophe Malavoy. Intriga. Es una de las película de Claude Chabrol más vapuleadas por la crítica, uno de esos títulos que hacen decir a todo el mundo que es un director irregular e imprevisible. Sin embargo, no es una mala película, es más, es uno de los filmes que mejor consiguen reflejar el mundo inquietante y angustioso de la escritora estadounidense residente en Suiza: Patricia Highsmith (cuyas obras, no se puede olvidar, han sido llevada al cine por autores de la talla de Alfred Hitchcock o Wim Wenders). Cuenta la historia de un tipo que espía a una chica, que vive en una casa aislada y cuyo marido está constantemente de viaje. Tras el susto inicial que ella se pega cuando le descubre, va naciendo una relación entre ellos que acaba en una historia de amor; pero también de muerte. La especialidad de Patricia Highsmith es describir a tipos normales, que llevan una vida perfectamente corriente -quizás marcada por alguna escentricidad-; pero que luego se ven metidos en líos tremendos o se convierten en asesinos. Este esquema se repite en muchas de las obras de la escritora y Claude Chabrol supo reflejar con gran habilidad las débiles fronteras que separan al bien del mal, a la locura de la cordura. Digan lo que digan, es una película que merece la pena (aunque en España sólo consiguiese permanecer unos pocos días en cartel). Y que hace que los espectadores pasen un rato bastante malo, que es de lo que se trata en un filme de intriga.