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Varios empleados de Alcalá 20 señalan a Rascon como único responsable de la sala

El primer mâitre de la discoteca Alcalá 20, en cuyo incendio fallecieron 81 personas, el vigilante de la sala y los dos camareros que declararon ayer en el juicio afirmaron que el jefe y responsable de la sala era Pedro Rascón, uno de los dueños del local y procesado por estos hechos.Esta afirmación llevó a una de las acusaciones particulares a solicitar un careo entre el procesado y el primer mâitre, ya que, en la declaración que hizo en su día, Rascón dijo que él iba únicamente a la sala para velar por sus intereses y el de sus socios.

Durante el careo, el mâitre Ricardo José San Miguel afirmó que recibía órdenes de Rascón y las transmitía a los demás camareros, mientras que el procesado señaló que él sólo hacía sugerencias. San Miguel relató que llevaba trabajando en la sala desde 1975, y que en dos ocasiones estuvo presente en las inspecciones que realizó Guillermo Herranz, miembro de la Junta de Espectáculos, dependiente del Ministerio del Interior, y también procesado en esta causa.

Afirmó que la última de estas inspecciones se hizo en 1982, cuando la sala se llamaba Chat Noir, y que durante la misma, y al subir por una de las escaleras que da a las oficinas del inmueble, llegaron a una puerta de madera en la que por la parte de atrás se había puesto una barra de hierro. "Herranz nos indicó que había que quitar esa barra, y yo así lo comuniqué a los dueños del inmueble, que eran quienes la habían colocado. Mi sorpresa fue grande cuando después del incendio recorrí la escalera y me encontré con que se había quitado la puerta de madera y colocado una de hierro", señaló.

Dijo que el gerente les avisaba el día antes que iba a realizarse una inspección. "Yo se lo comunicaba al electricista para que controlara que todo funcionaba bien. Las inspecciones duraban una media hora, y durante las mismas Herranz comprobaba la instalación eléctrica y la situación de mesas y sillas".

El vigilante de la sala, Federico Carrizo, manifestó que intentó apagar el fuego con dos extintores, que sí funcionaron, mientras que otro de los testigos, Tomás López, camarero, señaló que un compañero cogió la manguera. "Creo que si hubiera funcionado lo habríamos apagado", reflexionó el camarero.

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