El Atlético B aburre a su afición, pero sigue en racha

El Atlético de Madrid consiguió imponerse ayer por la mínima al Real Oviedo en el que ha sido el peor partido disputado por el filial, en el Vicente Calderón, en lo que va de temporada. Los rojiblancos se encontraron con un equipo muy correoso y defensivo, que vino a Madrid a buscar el empate y no se lo pudo llevar.El partido fue malo desde el minuto 1 hasta el 90 y las ocasiones de gol brillaron por su ausencia durante todo el enfrentamiento. Un claro ejemplo es que durante los 90 minutos sólo hubo cuatro disparos entre los tres palos: dos para los visitantes y dos para los locales. El Atlético aprovechó mejor su ocasión y, en una de las dos oportunidades que tuvo, marcó.

En los primeros 20 minutos sólo hubo un protagonista sobre el terreno de juego: el colegiado Chamorro. En este tiempo mostró seis cartulinas amarillas, cinco a los locales y una a los asturianos. Ante la escasez de fútbol, el público se entretuvo en apostar cuántas tarjetas sería capaz de sacar el colegiado. El juego era soporífero: dos defensas bien armadas y una tremenda escasez de ideas en ataque.

Los colchoneros buscaron el balonazo largo para que la velocidad de sus puntas, Israel y Juan Carlos, hiciera estallar el muro de los visitantes. Y el gol de Israel en el minuto 53 hizo justicia y dio los dos puntos a los rojiblancos, que, a pesar del mal juego, siguen ocupando posiciones de honor en la tabla.