El futuro de Mendoza, en manos de la asamblea
El rechazo al plan económico colocaría al Real Madrid en suspensión de pagos
Ramón Mendoza afronta hoy la prueba más dura de su mandato. Por primera vez, el presidente del Real Madrid puede ser derrotado en una asamblea de compromisarios. El pesimismo cunde en la directiva. De no ser aprobado el crédito de 3.500 millones para hacer frente a las deudas contraídas por la ampliación del estadio, el club podría declararse en suspensión de pagos. La oposición dice poseer 250 votos negativos y Mendoza necesita el apoyo de los dos tercios de una asamblea que jamás ha superado los 1.000 asistentes. Sólo una elevada presencia de socios podría salvar a Mendoza. La derrota marcaría el principio del fin de su mandato, aumentaría las diferencias existentes en la junta y dispararía el proceso sucesorio.La oposición a Mendoza, reunida en la Asocación en Defensa del Patrimonio del Real Madrid, ha encontrado un arma para acorralar al presidente. Sus fuerzas no han aumentado, pero el sistema de votación de la asamblea la coloca ante la que podría ser su primera victoria. Mendoza intenta que el acto de hoy no se convierta en un sí o un no a su gestión, lo que pretende la oposición, por eso su mensaje es: "Hemos hecho un estadio y hay que pagarlo. Provocar mi marcha no arregla nada".
A la directiva le conviene una gran asistencia de socios para contrarrestar los anunciados 250 votos en contra, pero la experiencia de las últimas asambleas apuntan a la derrota: el voto en contra ha ido en aumento y el quorum jamás ha pasado de 981 compromisarios. Los empleados del club han intensificado los contactos con los socios para reclamar y facilitar su presencia.
Situación de indefensión
Mendoza quedaría en una situación de indefensión si no logra la aprobación del crédito de 3.500 millones de pesetas que necesita para pagar lo que aún debe de las obras del estadio Santiago Bernabéu, de las que tan sólo se han amortizado 2.000 millones. La oposición, con el 42% de votos que reunió en la última sesión celebrada hace un mes -sumando las abstenciones-, puede impedir que obtenga su propósito.Una negativa obligaría al Madrid a recurrir a una suspensión de pagos oficial. De hecho, desde hace meses los jugadores del club tan sólo cobran sus sueldos, que no fichas y primas. Los trabajadores reciben sus sueldos mediante pequeños créditos y los proveedores aguardan cola hasta que la situación mejore. La situación financiera sólo se arreglaría con este crédito y con los 1.600 millones que el Madrid espera recibir de los acuerdos con Dorna, ahora propiedad de la empresa Infosa, de Banesto.
La directiva se encuentra sumida en un ambiente de gran preocupación y con sus miembros divididos. Mendoza no quiere hablar de dimisión. Sus colaboradores más cercanos no rechazan, en cambio, que al final se tenga que recurrir a una comisión gestora para solucionar el problema. Reconocen que la oposición puede lograr su propósito en esta ocasión. Pero el presidente del Real Madrid insiste en su intención de acabar su mandato, que concluye dentro de 14 meses. La deteriorada situación puede acelerar el proceso de sucesión.
Mendoza niega que haya disensiones en el seno de su junta, pero Jaquotot y Sanz, los vicepresidentes, hace tiempo que no se entienden y el dialogo no existe.
La oposición, ante estos movimientos, busca datos. Indaga sí las diferencias de los vicepresidentes son irreconciliables y si estarían dispuestos a pactar con ellos. Mendoza vive con desagrado estos movimientos: "Me iré cuando me tenga que ir. No dejaré ni heredero ni sucesor. Tengo mi voto y lo ejerceré", ha dicho.
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