Iberdrola y ENDESA dan por acabados sus enfrentamientos históricos

La tradicional guerra entre la eléctrica pública ENDESA y la privada Iberdrola ha terminado. Los presidentes de ambas compañías, Feliciano Fuster e Íñigo de Oriol, afirmaron ayer, en un acto conjunto, que el pacto alcanzado entre ambas empresas para intercambiar activos, modificar el marco que regula el sector y separar la deuda de las centrales en moratoria llevándola a una nueva sociedad acaba con sus diferencias.

En un acto del Colegio de Economistas de Madrid, dónde se debatía el pacto entre estas empresas del sector eléctrico, los presidentes afirmaron en un clima distendido que habían finalizado las diferencias entre sus empresas. Estas diferencias venían de lejos. Con el acuerdo se cierre una nueva etapa en las relaciones de las grandes compañías eléctricas que han perfilado el mapa del sector. Los dos presidentes calificaron el acuerdo de "histórico" y añadieron que el pacto entre las dos compañías no tiene por qué representar un incremento de tarifas para los usuarios y empresas."Antes decíamos lo que nos iba mal y callábamos lo que nos iba bien", dijo Feliciano Fuster, en alusión explícita al privilegio de ENDESA, a la hora de repercutir sus costes en la tarifa eléctrica. Fuster añadió que hubiera sido un "error histórico no llegar a este pacto". "Había razones para el enfrentamiento pero ahora ha desaparecido", dijo íñigo de Oriol. El presidente de Iberdrola no tuvo reparos en reconocer públicamente que "antes nos alegraba la desgracia ajena".

El 80% del mercado

En sus intervenciones públicas de ayer en Madrid, los dos presidentes explicaron que esperan empezar hablar de este acuerdo con el próximo Gobierno salido de las recientes elecciones legislativas. ENDESA e Iberdrola representan el 80% del sector eléctrico español, de ahí, la importancia del acuerdo para el futuro del mercado.Los principales puntos del acuerdo alcanzado entre las dos compañías son: la reforma del marco estable del sector para trasladar los costes de cada compañía a la tarifa; la agrupación de 3,4 billones de pesetas de deuda nuclear, y el intercambio de activos, sobre todo en Cataluña, donde se baraja que ENDESA compre a Iberdrola la eléctrica Hidruña y tome el 12% de Iberdrola en Aguas de Barcelona. La reforma del marco estable requiere la autorización de la Administración.

Tanto Fuster como De Oriol, que se mostraron eufóricos por el acuerdo (no repararaon en lanzarse alabanzas mutuas), dijeron que el pacto eléctrico no tiene que incrementar en la tarifa eléctrica, aunque admitieron que podría tener un impacto de entre un 1,1% y un 1,2%.

Llamamiento al Gobierno

Insistieron, sin embargo, en que es una decisión que debe tomar la Administración por no ser libre la tarifa, sino autorizada por ésta. El presidente de Iberdrola hizo un llamamiento al apoyo del Gobierno a las empresas, "no digo ya eléctricas sino a todas las empresas que componen el tejido económico español". De Oriol afirmó que "en Bruselas se hace lo que dicen las empresas. Las empresas van juntas con los gobiernos. Las que mandan son las grandes multinacionales con el apoyo de sus gobiernos".Tanto De Oriol como Fuster dijeron que el acuerdo entre Iberdrola y ENDESA se ha hecho con "espíritu de respeto" hacia las dos compañías eléctricas privadas españolas: Sevilla de Electricidad e Hidrocantábrico.

El presidente de ENDESA, no obstante reconoció que el sector eléctrico "se ha reestructurado siempre con dolor" pero al final este esfuerzo ha merecido la pena.