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Daniel Carpio,

un argentino de 83 años, está dispuesto a cruzar a nado el estrecho de Gibraltar por cuarta vez consecutiva. Con la única ayuda de una capa de grasa que protege su cuerpo del frío del mar, el veterano nadador ya se ha convertido en un experto en este tipo de hazañas. Carpio cruzó por primera vez el Estrecho en 1948, logrando un meritorio tiempo de 9 horas y 20 minutos. Sus dos siguientes tentativas se saldaron también con sendos éxitos, rebajando en más de dos horas su récord personal. Ahora, este octogenario argentino espera en Tarifa a que las condiciones de la mar sean apropiadas para intentar cruzar de nuevo el Estrecho. Y mientras el anciano argentino esperaba en Cádiz, otro veterano, Lucien Améamu, un jubilado de la ciudad francesa de Guéret, festejó el pasado sábado sus 100 años de existencia con su primer vuelo en avión. Améamu, antiguo administrador de instituto y pensionista del asilo de Guéret, recibió su bautismo de aire junto a otros tres pensionistas del mismo asilo, todos mayores de 90 años. El asilo, que celebraba sus 20 años de existencia, les ofreció un vuelo como regalo de aniversario. El centenario, veterano de la I Guerra Mundial, declaró que estaba encantado de la experiencia y que espera repetirla otra vez.-

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