Dos dominicanas, atendidas de herida de perdigón en Aravaca en un mes
BEGOÑA AGUIRRE, En los últimos treinta días, la casa de socorro de Aravaca ha atendido a dos inmigrantes dominicanas heridas por perdigonadas en la Corona Boreal. El primer caso ocurrió hace tres semanas. El segundo fue el de María Italiana R., de 40 años, el pasado domingo. El médico que atendió a la primera mujer herida explica: "La chica llegó quejándose de que se encontraba sentada en una terraza y, repente, sintió un golpe doloroso sobre la rodilla".
Este profesional, que declina dar su nombre, asegura que aquella herida, desde luego, era de perdigón". "Ejerzo de médico desde hace 31 años y creo que conozco un poco los diferentes tipos de lesiones". "No tenía el perdigón dentro, pero cinco minutos después, otra joven trajo el proyectil ensangrentado, del tipo diábolo, que se había encontrado en la terraza", concluye el doctor.
En este centro de urgencias aseguran que ambos casos fueron notificados a la Guardia Civil, aunque sólo en el segundo se puso denuncia.
Sin embargo, portavoces de, este cuerpo aseguran desconocer la existencia de casos previos al de María Italiana. También ponen en duda que esta última mujer fuera herida por una perdigonada. "Quizá los dominicanos busquen protagonismo para que les solucionen sus problemas", afirman. "Sabemos lo que ella contó, pero ¿dónde está el orificio de entrada y el perdigón?", cuestionan. La Policía Municipal aventuró en su momento que el disparo pudo proceder de las viviendas cercanas a la plaza.
"Sólo me duele un poco"
Fuentes del hospital de La Paz, donde acudió María Italiana desde la casa de socorro, confirman que se le trató "de una herida de perdigón de copa "La propia inmigrante explica que aún tiene el balín en la pierna. "El doctor no me lo extrajo porque dijo que me iba a resultar más doloroso que dejarlo dentro".
El jueves pasado -los dominicanos suelen concentrarse los jueves y los domingos, lo que origina fricciones con los vecinos-, la plaza de la Corona Boreal estaba abarrotada de inmigrantes dominicanas. También acudió María Italiana. Una tirita le cruzaba la parte posterior de la rodilla izquierda. Varias compatriotas se interesaron por su salud. "Sólo me duele un poco la pierna al doblarla", dijo.
Nadie en la plaza aparentaba tener un ápice de miedo. "Aquí tienes noticias de tu familia, ves a tus paisanos, es dificil que dejemos de venir", aseguran.
Asociaciones de inmigrantes han insistido durante estos días en que, al menos, se han producido tres casos de perdigonadas, si bien sólo en el último se ha presentado denuncia.
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