El Madrid vence al Estudiantes en un partido intrascendente y apasionado
Estudiantes y Real Madrid vivieron con enorme pasión un partido de escasa trascendencia. El Madrid se llevó la victoria y aseguró matemáticamente la primera posición en su grupo de la Liga europea. Estudiantes perdió el partido y a Alberto Herreros, con una posible rotura fibrilar, pero se reencontró con el juego recio. Era el sexto derby de la temporada, y el que equilibraba su balanza particular: iguales a tres.Cuando dos equipos se conocen tan bien los detalles son muy importantes. Y las estrategias decisvas. Simpson y Cvieticanin no pueden jugar la Liga europea, Sabonis y Orenga estaban griposos, Herreros se lesionó a los 10 minutos... Miguel Ángel Martín y Clyford. Luyk, entrenadores de Estudiantes y Real Madrid, respectivamente, se jugaron el partido al ajedrez. Mucho movimiento de peones, constantes enroques defensivos y tanta tensión psíquica como física.
La ausencia de Herreros fue decisiva. Se echaron de menos sus puntos, y también su forma fría de decidir en los momentos apurados. El encontronazo, seguramente fortuito, con Sabonis, dejó a Estudiantes sin aleros solventes. Miguel Ángel Martín se vio obligado a concederle minutos a un Winslow cada día más kamikaze, y a exprimir en exceso a un Aisa claramente defensivo. La presencia de Aguilar fue una clara muestra de su impotencia. Sólo Biriukov metió tantos puntos (20) como los tres aleros estudiantiles.
El Real Madrid afrontó la segunda mitad con cuatro puntos de ventaja y un Sabonis lanzado. Vecina y Pinone no parecían rivales para el lituano. Pero Estudiantes aprovechó un saque de banda para situarse una vez más en su clásica zona 2-3, y los resultados llegaron de inmediato: un parcial de 7-0 les devolvía la iniciativa en el marcador. Para devolver las aguas a su cauce el Real Madrid aplicó la defensa de su rival. Una zona parecía la alternativa lógica. Ofrecieron buenas posiciones de tiro a un equipo sin tiradores y dejaron que un gigante se adueñara del aro y de sus aledaños.
