Dimite la coordinadora regional de IU

La coordinadora general de Izquierda Unida (IU) en Madrid, la diputada autonómica Susana López Blanco, presentó en la noche del lunes su dimisión, a la vista de los enfrentamientos registrados en el sector policial de la coalición, que controla el 60% de la organización regional. En los últimos días se han sucedido también las disputas en agrupaciones locales de IU, que se han saldado con las expulsiones de destacados militantes del ala renovadora.

Susana López Blanco, de 50 años, tan sólo ha permanecido nueve meses al frente de la dirección de IU de Madrid. La mayoría oficialista de la coalición, que agrupa a sectores vecinales y a la dirección regional del PCE, la eligió con el apoyo del coordinador nacional de IU, Julio Anguita. Según señalaron ayer fuentes de la coalición, los representantes más ortodoxos de Izquierda Unida en la dirección regional pretenden colocar en su lugar al secretario regional del PCE, Ángel Pérez.En el seno de Izquierda Unida también se destaca que antiguos militantes del Partido Comunista de los Pueblos de España (prosoviético) han comenzado a tomar posiciones para obtener la hegemonía en la organización. Sin embargo, los renovadores de Nueva Izquierda controlan mayoritariamente las instituciones, como es el caso del grupo municipal en el Ayuntamiento de Madrid y en el grupo parlamentario de la Asamblea, donde sostienen con sus votos al Gobierno socialista de Joaquín Leguina.

La coordinadora regional de IU presentó su dimisión anteayer, en el curso de una reunión en la que se debatía la expulsión del diputado regional Salvador Torrecilla, comunicada por la organización de Móstoles (190.000 habitantes). Torrecilla, expulsado de militancia el pasado miércoles, es concejal en Móstoles y diputado regional. La agrupación local argumentó su expulsión afirmando que el concejal se "extralimitó en sus pactos con el PSOE". Susana López Blanco había desautorizado con anterioridad la suspensión de militancia, a pesar de las críticas de otros representantes de la dirección regional.

En otros grandes municipios de la Comunidad de Madrid, como en Parla (70.000 habitantes) y Rivas-Vaciamadrid (20.000), se han sucedido los abandonos de concejales de la coalición y las amenazas de expulsión de militantes encuadrados en la corriente Nueva Izquierda.