Nuevo empate entre Fischer y Spasski
El interés del duelo que mantienen los ajedrecistas Bobby Fischer y Borís Spasski en el islote montenegrino de Sveti Stefan cabalga alternativamente sobre aspectos puramente deportivos y escándalos de diversa índole. El estadounidense, que vence por 1-0 tras empatar ayer con apuros la tercera partida, exigió que los periodistas le llamen "campeón del mundo" en sus crónicas y anunció que mañana, a las 17.00, telefoneará a la Casa Blanca, que le acusa de violar el embargo contra Yugoslavia.
"Hoy no es mi día", dijo Bobby Fischer tras sufrir durante cuatro horas y 39 movimientos, a pesar de tener la iniciativa de las piezas blancas. La partida fue idéntica a la primera, que ganó el estadounidense, hasta la jugada 16. Spasski introdujo entonces una novedad de laboratorio, preparada junto a sus analistas, los rusos Alexánder Nikitin y Yuri Balashov."No hay problema, a Bobby le encantan las novedades", dijo el filipino Eugenio Torre, entrenador del jugador estadounidense. Pero se equivocó; su pupilo quedó pronto en clara desventaja con dos caballos que luchaban a duras penas contra los dos alfiles de Spasski en una posición completamente abierta. Pero éste, de 55 años, adoleció de falta de garra y permitió que Fischer, de 49 años, forzara el ansiado empate con una defensa muy precisa.
Yezdimir Vasílievich, dueño de Yugoskandic, empresa patrocinadora del encuentro entre estos dos jugadores, comunicó ayer la última exigencia del esta dounidense: los periodistas que informen sobre sus partidas de berán mostrar una fotocopia de sus artículos publicados en sus respectivos medios informativos con la frase "Bobby Fischer, campeón del mundo", para que les sea permitido la entrada en la sala de juego. Vasílievich engañó ayer al estadounidense para capear el temporal: "Le he dicho que todos los presentes son espectadores de pago". En realidad, había decenas de periodistas.
Yugoskandic ultima los trámites para crear una asociación mundial de ajedrez, enfrentada a la Federación Internacional (FIDE), que reconocerá inmediatamente a Fischer como "el legítimo campeón del mundo". El estadounidense logró el título al derrotar a Spasski en 1972 y lo perdió por incomparecencia ante Kárpov en 1975. Después se retiró durante 20 años.
Spasski juega hoy con blancas en la cuarta partida. Ganará el jugador que obtenga 10 victorias. Los premios suman unos 500 millones de pesetas y el presupuesto supera los 1.100 millones.
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