La pérdida de rentabilidad frena el crecimiento de los fondos de inversión
El crecimiento del patrimonio de los fondos de inversión colectiva sufrió un fuerte frenazo en el segundo trimestre de 1992, a medida que iba cayendo la rentabilidad ofrecida a los inversores. Según datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el patrimonio de estos fondos aumentó un 13,75% de abril a junio, frente al 35,20% del primer trimestre del año, mientras que la rentabilidad media caía casi un 2%. El sector público sigue siendo el destinatario de cerca de la mitad de los 5,9 billones de pesetas invertidos por estos fondos.
El boom de los fondos de inversión parece haber encontrado su techo en los 5,9 billones de pesetas captados hasta el mes de junio. Los inversores han dejado de acudir a instituciones, a medida que descendía la rentabilidad que ofrecían. Sin embargo no es previsible que los más de millón y medio de personas que tienen sus ahorros en esta modalidad de inversión decidan sacar su dinero, porque perderían los beneficios fiscales que hizo crecer este mercado a finales de 1991 y principios de 1992 de forma tan llamativa.Hace ahora un año que las grandes instituciones financieras se lanzaron a competir por este mercado -que ya existía desde hace años-, con una agresiva campaña publicitaria basada en. el gancho fiscal. La nueva normativa impositiva ofrecía a los fondos de inversión colectiva la gran ventaja de no tener que tributar por el rendimiento de las primeras 500.000 pesetas invertidas y aprovecharse de una rebaja del 7,14% anual, a partir del tercer año en la tributación de las plusvalías generadas por esos fondos. De esta forma, el mantenimiento de una inversión durante 16 años la dejaba libre de impuestos.
Este reclamo fiscal hizo crecer el número de fondos de inversión colectiva, su patrimonio y el número de partícipes. Entre junio y diciembre de 1991, el volumen invertido pasaba de dos a cuatro billones de pesetas, superándose la cota de los cinco billones en febrero de 1992. En sólo dos meses se había. captado la cifra récord de un billón de pesetas. Las rentabilidades de estas inversiones superaban el 12% anual, al que hay que añadir las citadas ventajas fiscales, por lo que los inversores iban en aumento.
Las cosas empezaron a cambiar, sin embargo, a partir del mes de marzo pasado. La rentabilidad de los fondos -tanto los de inversión mobiliaria (FIM), como los de inversión en activos del mercado monetario (FIAMM)-, empezó a descender y el fuerte crecimiento del patrimonio de estas instituciones en los meses anteriores fue cayendo rápidamente. El aumento del 14,58% registrado en enero pasado, ha dado paso a un 2,83% en junio, y las primeras estimaciones de julio y agosto corroboran la impresión de estancamiento de este mercado.
A pesar de todo, las 433 instituciones que gestionan fondos de inversión colectiva obtuvieron unos beneficios totales de 236.765 millones de pesetas durante el primer semestre del año que fueron capitalizados y forman parte de sus respectivos patrimonios.
Mercado a la baja
Dentro de este panorama de cierto estancamiento en el sector, los fondos de inversión en activos del mercados monetario (FIAMM) han registrado mayores crecimientos que los fondos de inversión mobiliaria (FIM) durante el segundo semestre del año, gracias al mantenimiento de sus niveles de rentabilidad. Los FIAMM actúan con plazos más cortos y no pueden invertir en renta variable, por lo que han conseguido mantener una rentabilidad media durante el segundo trimestre del año del 2,34%, que sitúa la rentabilidad acumulada del semestre en el 5,13% (más de 10% en términos anuales). El patrimonio total de los FIAMM ascendía en junio de 1992 a 2,7 billones de pesetas, con 660.000 particulares que participan en los 101 fondos.Por su parte, los FIM han visto como caía su rentabilidad del 3,20% en el primer semestre al 0,05% en el segundo, situándose la media acumulada del semestre en el 3,14% (menos del 7% en términos anuales). Además, los fondos de renta variable han registrado rentabilidades negativas (-4,31 acumulado durante el primer semestre), compensadas por los beneficios obtenidos por los fondos de renta fija, que se han mantenido a duras penas. Los 332 FIM que operan en el mercado mantienen un total de 3,2 billones de pesetas en patrimonio, con 990.531 partícipes.
Respecto al destino de las inversiones de los 5,9 billones de pesetas que componen el patrimonio de los fondos de inversión colectiva, cerca de la mitad (2,76 billones) corresponden a fondos públicos. Los FIM mantienen una cartera de 1,46 billones en deuda pública, mientras que los FIAMM tienen 1,29 billones en títulos del Estado. Le siguen en importancia los activos, monetarios privados y los títulos de sectores inmobiliario, energético y bancario.
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