Angustioso triunfo de Emilio Sanchez ante Masur

Emilio Sánchez Vicario, Caries Costa y Conchita Martínez ya están en la tercera ronda del Roland Garros. Emilio, que salvó dos bolas de partido, eliminó a Wally Masur (Australia), por 3-6, 5-7, 6-3, 6-4 y 13-11, en 4 horas y 45 minutos, y estableció el récord de juegos en un partido de tenis desde que se implantó la muerte súbita, en 1973. Costa venció a Gilbert Schaller (Austria), por 7-6 (9-7), 6-3, 6-2, mientras Conchita se imponía a Veronika Martinek (Alemania), por 6-2, 6-0. Emilio jugará ahora contra Bart Wuyts; Costa, ante Wayne Ferreira; Conchita, con Anne Grossman, y Arantxa Sánchez, contra Judith Wiesner.

Es muy posible que ningún otro torneo del mundo exija tanto esfuerzo físico y mental como Roland Garros a los jugadores del circuito profesional. A París hay que llegar en perfectas condiciones si no se quieren afrontar riesgos muchas veces irresolubles.

Emilio Sánchez Vicario y Sergi Bruguera pagaron en la temporada pasada las consecuencias de una planificación excesivamente cargada y decidieron este año viajar a Roland Garros sin las piernas demasiado cansadas. Emilio precisó ayer de todas sus fuerzas para salvar, a sus 29 años, una situación que parecía irreversible frente al australiano Wally Masur (68º del mundo).

El español resolvió de forma angustiosa, con dos bolas de partido en su contra en el decimosegundo juego del quinto set, su partido de la segunda ronda. Casi cinco horas necesitó para derrotar a un rival en un partido que batió el récord de juegos en un solo encuentro desde que la muerte súbita se instauró en el circuito en 1973. 64 juegos disputaron Emilio y Masur. El anterior récord estaba en poder de Fibak y Krickstein, quienes, en 1984, disputaron 61 juegos.

Emilio recomenzó su duelo particular con Masur, suspendido el miércoles por la lluvia, y en pocos minutos se vio con dos mangas abajo: 6-3 y 7-5. Comenzó su remontada y forzó la quinta manga. En ella, desperdició cuatro pelotas para romper el saque de su rival. La lluvia volvió a aparecer con 7-6 para el australiano, pero con servicio de un Emilio que no se dio, en absoluto, por perdido. En la reanudación, el español sacó fuerzas de flaqueza para seguir en Roland Garros.

La condición física fue fundamental en la remontada de Emilio Sánchez. En realidad, lo es en casi todos sus encuentros, porque él es un luchador y no tiene prácticamente golpes resolutivos. Sin un buen físico, Emilio no sería nadie en el mundo del tenis.

Carles Costa y Conchita Martínez son dos jugadores notablemente distintos. Ellos tienen recursos suficientes para paliar los efectos de algún que otro problema físico. Pero Roland Garros exige de los dos más que ningún otro torneo. Aquí, también ellos necesitan darlo todo en la pista para seguir adelante.

Conchita, vendada

Este es, precisamente, el factor que puede determinar su actuación en París. Ayer, Conchita Martínez apareció en la sala de prensa, tras su fácil victoria sobre la alemana Veronika Martinek, con el brazo derecho completamente vendado. "Me duele", explicó, "no sé exactamente lo que tengo".

Algo parecido le sucede a Costa, que no acaba de quitarse de la cabeza las dudas sobre su condición física. "Vine aquí sin saber cómo estaba", dijo, "pero he ganado dos partidos y sólo tengo en la cabeza seguir adelante. Mi próximo rival, Ferreira, es duro y difícil".

Costa sólamente afrontó ciertas dificultades ayer en el primer set de su encuentro ante Gilbert Schaller. Una vez resueltas, todo el mundo pudo constatar que la distancia entre los dos tenistas era inmensa.

Resultados: Hombres (2ª ronda): G. Ivanisevic (Croacia, 8º) a C. Limberger (Australia) 7-2, 6-2 y 6-4. J. Couríer (EE UU, 1º) a T. Muster (Austria), 6-1, 6-4 y 6-4. A. Agassi (EE UU, 11º) a G. Pozzi (ltalia) 6-0, 6-2 y 6-1. Mujeres (2ª ronda): G. Sabatini (Argentina, 3ª ) a S. Cecchini (Italia), 6-0 y 6-1.