Kaspárov logró un triunfo histórico en Linares

LEONTXO GARCÍA, El ruso Gari Kaspárov, campeón del mundo de ajedrez, logró ayer uno de los mayores triunfos de su carrera al ganar, invicto y con claridad, el torneo de Linares, uno de los más importantes de la historia, tras vencer en la última ronda al yugoslavo Ljubomir Ljubójevic. La superioridad de Kaspárov, que se ve como campeón hasta 1996, demuestra que las jóvenes estrellas aún no están maduras.

Durante los análisis conjuntos, Kaspárov convenció a su rival de que las piezas blancas de éste habían estado mal situadas durante las cinco horas de lucha sin que el serbio se diera cuenta. "Ha sido una derrota inapelable; Gari ha jugado muy bien" reconoció Ljubójevic. El vencedor enjuició así su triunfo en una conversación con EL PAÍS: "Es uno de mis mejores resultados. He superado a los mejores del mundo y no se puede decir que haya tenido suerte porque desperdicié dos posiciones ganadoras frente a Anand [Viswanathan, indio] y Sálov [Valeri, ruso]. He jugado razonablemente bien y estoy bastante satisfecho".

Kaspárov vislumbró así su futuro: "No puedo tener grandes objetivos porque ya he batido todos los records que pueden soñarse. Voy a seguir disfrutando del ajedrez e intentaré producir muchas bellas partidas. Estoy seguro de que mantendré el título en 1993 y probablemente en 1996. Luego ya veremos". El campeón definió a su gran rival, el subcampeón Anatoli Kárpov, ruso, como "un peso pesado algo lento por su edad [40 años] pero todavía muy peligroso". "En cuanto a los jóvenes, añadió, "Ivanchuk [Vasili, ucranio, 31 del mundo] y Anand [5º] son pesos ligeros sin punch y muy inestables psicológicamente".

Miguel Illescas, agotado, perdió con Ivanchuk y terminó en el undécimo puesto sobre 14 participantes. La ventaja de Kaspárov sobre el segundo clasificado dependía de la partida entre Sálov y el holandés Jan Timman que continuaba en disputa al cierre de esta edición.