CC OO, en la encrucijada

Formalmente, la crisis de Comisiones Obreras se ha cerrado, el ambiente está tranquilo, pero sus dirigentes esperan que cuando se empiece a trabajar en el día a día afloren de nuevo las diferencias sindicales, sobre todo a la hora de concretar cómo se desarrolla la negociación colectiva y la respuesta a la reconversión industrial. Esto no ha hecho más que empezar. Los más previsores creen que hay que esperar un par de meses, y entonces se pueden reabrir los problemas. El sindicato se encuentra ante una encrucijada y convulsionado por el futuro de la izquierda y la crisis del PCE.

La pelea en Comisiones Obreras es confusa y todavía se desconocen. las fuerzas de cada bando y la doctrina. No obstante, los sindicalistas más ingeniosos se han adelantado y han puesto nombre a los contrincantes: los yuppies contra los agitadores de masas.Las causas de la crisis de CC OO son muchas y complejas, incluso para los propios dirigentes del sindicato. Ha estallado cuando finalizaba el primer mandato de Antonio Gutiérrez como secretario general, en el que se ha optado por un modelo muy distinto al de Marcelino Camacho, fundador y actual presidente de CC OO.

En el último periodo, Gutiérrez se ha apoyado en un equipo moderado y pragmático, que ha chocado con la línea que representan Marcelino Camacho, Agustín Moreno y Salce Elvira. Moreno - el agitador - ha visto reducido su total poder de decisión por la entrada en acción de los yuppies, grupo formado por José María Fidalgo, José Manuel de la Parra, Miguel Escalera y Máximo Abad, entre otros.

Las discrepancias en la estrategia sindical, que siempre han existido, se han convertido en confrontación abierta con el conato de dimisión de Agustín Moreno y Salce Elvira dos semanas antes del congreso confederal del sindicato. No es casual que hayan estallado al mismo tiempo que la crisis del PCE y que la dimisión de Julio Anguita como coordinador de Izquierda Unida.

Corriente comunista

Los dirigentes de CC OO consultados aseguran que los problemas de la central se han "aireado" desde el PCE; para desviar la atención de la opinión pública "hacia otra casa" y para "castigar" a Antonio Gutiérrez por las declaraciones que hizo el pasado mes de septiembre en favor de la disolución del PCE.En el debate sobre el futuro del partido comunista, Agustín Moreno no quiere hacer pública su opinión y se limita a asegurar que tiene "una idea muy clara".Su intención en "pasarse" por el congreso del PCE, pero sin intervenir.

El resultado del congreso del PCE y de la asamblea de IU pesará, sin duda, sobre el sindicato. La repercusión no será inmediata porque en CC OO formalmente no hay un corriente organizada, pese a que en una reunión del partido alguien habló de "formar la corriente comunista, encabezada por Agustín Moreno y Salce Elvira".

Un triunfo claro de Julio Anguita puede generar problemas graves a Antonio Gutiérrez, máxime tras las declaraciones de Marcelino Camacho apuntando el nombre de Agustín Moreno como sustituto del secretario general de CC OO.

Nadie sabe qué va a ocurrir en el futuro. La propuesta de Camacho para que éste fuera el último mandato de Gutiérrez deja la duda de si un sector va a llevar adelante la sustitución del actual líder antes de plazo. También hay opiniones divergentes en el sindicato sobre por qué Moreno planteó su dimisión.

En las reuniones donde se trató - en las que sólo participaron representantes de la mayoría del sindicato - Moreno criticó la derechización de CC OO y el centralismo en la toma de decisiones. Los mismos argumentos de los barones, e impropios de una persona que se quiere ir.

Debates abiertos

Agustín Moreno asegura que las discrepancias son sindicales y que se agudizaron hace año y medio con la pelea con UGT a raíz de las elecciones sindicales. Sin embargo, esas diferencias, que él mismo califica de "profundas", no se han abordado en el congreso no se han abordado.Las resoluciones y los textos aprobados en el Congreso de CC OO son vagos y cabe todo, porque no se ha entrado al fondo de los problemas. Parece lógico por tratarse de unos debates abiertos a todos los sindicatos invitados y a la Prensa.

La dirección ha preferido sortear la situación y esperar. No ha resuelto contradicciones evidentes que afectan a CC OO y a sus relaciones con UGT. Algunas de ellas son: Gutiérrez consigue y consolida la unidad de acción con UGT y los otros sectores del sindicato son los que ahora meten prisas. La cúpula de UGT se muestra mucho más radical que su propia base y en CC OO la situación es la contraria. En qué se diferencian los programas y las tácticas de los dos sindicatos. Qué es más efectivo ¿una sola acción contundente de protesta o un goteo de movilizaciones? Dónde está lo progresista.

Es un debate apasionante pero que, previsiblemente, va a provocar nuevos problemas.