Dominio soviético en el concurso masculino

El concurso individual masculino, la tercera prueba de los Campeonatos del Mundo de ginmansia, en Indianápolis (Estados Unidos), volvió a registrar un dominio soviético absoluto. Sus tres mejores representantes coparon las primeras posiciones. Sólo se produjo un leve cambio. Vitali Scherbo, el primero tras el concurso por equipos, del que se acumulan las primeras puntuaciones, cedió la medalla de oro a Grigori Misutin, de 20 años, mientras el más veterano Valeri Liukin se llevó la de bronce. Ningún español participó, pues todos quedaron muy lejos de los 36 finalistas.

El concurso se redujo a la lucha entre los tres soviéticos, pues apenas se les acercaron dos de los chinos, Li Xiaoshuang, el cuarto, y Li Chunyang, el octavo; el italiano Yuri Checchi, el quinto, que se confirmó como el mejor representante occidental, igualado con el ex alemán oriental Sylvio Kroll, y el japonés Daisuke Nishikawa, el séptimo.Misutin superó a Scherbo ya desde la primera. rotación de los seis aparatos al sumar un excelente 9,90 en el suelo. Precisamente en éste, Liukin no pudo compensar con el triple salto mortal -él fue el primero que lo dio- otros fallos en su ejercicio y sólo fue el tercero.

Scherbo se acercó a Misutin a 75 milésimas con dos buenas actuaciones en el caballo con arcos y las anillas. Pero el nuevo campeón mundial, el octavo soviético que consigue el título de forma consecutiva, volvió a incrementar su ventaja en las paralelas y en la última y espectacular barra fija, en la que logró un nuevo 9,90. Al final, superó a Scherbo por una décima y a Liukin por 45 centésimas. El propio Scherbo dijo: "No puedo decir que he perdido. Es Misutin el que ha ganado".

Según su costumbre, la delegación soviética acogió casi con total indiferencia el nuevo éxito logrado por sus gimnastas. Otro resultado, en buen lógica, sí habría supuesto una enorme sorpresa y un fracaso del país que domina este deporte con total autoridad. Apenas Misutin, que estrenaba el título, se limitó a mostrar su alegría: "Estoy muy contento", comentó.

El entrenador jefe, Leonid Arkaev, se limitó a constatar que todas las predicciones se habían cumplido: "Ocupar las tres primeras plazas del podio era lo que esperábamos antes de llegar a Indianápolis".