_
_
_
_

El Joventut ya gana por 2-0 al Barça en la final

Luis Gómez

, El Barcelona hizo una propuesta: juguemos la Final cara a cara. Y el Joventut la aceptó, a riesgo de equivocarse. Los dos finalistas decidieron que el segundo partido se limitase a un duelo con las mismas armas; es decir, a un cinco contra cinco, sin regalarles entradas a otros jugadores. Curiosamente, el Joventut utilizó menos hombres (6 por 7 los azulgrana), pero resolvió el envite con aparente mayor facilidad que el domingo pasado. Como quiera que huele: el título de cerca, sus titulares empiezan a adquirir el temple necesario. Se advierte. Por el contrario, el Barcelona ofrece síntomas de agotamiento: ha buscado fórmulas mágicas, no las ha encontrado, y los plazos se le agotan inevitablemente.

Maljkovic parece utilizar todas las combinaciones posibles hasta encontrar aquélla según la cual el Barcelona. alcance el trance Final de un partido cumpliendo dos requisitos: uno, disponer de una formación competente; dos, tener opción a la victoria. La inexperiencia del Estudiantes le permitió resolver la ecuación, pero con el Joventut todo ha cambiado. Generalmente, se queda corto. Ayer, por ejemplo, el Barcelona sostuvo su quinteto titular durante casi todo el partido (perdió a Ortiz a falta de un minuto), pero no tuvo ninguna opción a provocar una conclusión igualada.

A favor de Maljkovic

Es muy dudoso, en tales circunstancias, criticar la gestión de Maljkovic. El yugoslavo busca una solución artificial cuando, en realidad, un estudio medianamente reflexivo de sus posibilidades reales indica que el Barcelona depende, para encontrar la victoria en esta final, de la conjunción de varios factores que no están en la mano del entrenador: necesita que varios de sus jugadores actúen al 100% que los árbitros sean condescendientes y que el rival caiga pierda los papeles y cometa alguna insensatez. Demasiado. El Joventut ha regalado muchas victorias en los últimos años, pero es sobradamente consciente de que vive una situación muy ventajosa. Para remate, Villacampa ha madurado y cuenta con un,¡ pareja de americanos ciertamente sólida.

A partir de estos tres jugadores, el Joventut está en disposición de ganar partidos sin necesitar de obligarse a un juego espléndido. La confirmación llegó ayer a través de un encuentro reducido prácticamente a un cinco contra cinco, dispuestas ambas formaciones a un juego claramente ofensivo. Olvidaba el Joventut que su mayor ventaja reside en que puede practicar una defensa en toda regla, que está capacitado para una acción devastadora, a fuerza de derrochar jugadores. Lo olvidó aun a costa de encontrarse con un partido complicado. Dio lo mismo, porque lo resolvió a fin de cuentas. Al descanso se llegó en condiciones de igualdad (41-38) y con una cuenta de faltas personales impropia de una Final: tres para el Joventut y 9 para el Barcelona.

Lo sucedido en la segunda parte obra también en favor de Maljcovic. Lanzados al ataque, el Joventut fue mucho más resolutivo porque pudo estructurar toda su maniobra en una ventaja reboteadora (el Barcelona no podía mantener a sus dos únicos pivots todo el tiempo) y aprovechar la facilidad de movimientos de jugadores como Villacampa, Pressley y Thompson.

Durante muchos minutos fue aprovechando todas sus posesiones, dada la endeblez defensiva de sus rivales, lo que le permitió evitar cualquier desgaste psicológico a esas alturas del partido. Por el contrario, al Barcelona le costó anotar y en su juego ofensivo terminaron por aparecer unas sospechosas grietas: dudas en el lanzamiento, balones perdidos y errores en el pase.

El Barcelona empezó a achicar agua y el Joventut a jugar a velocidad de crucero. A falta de cinco minutos, la diferencia era de diez tantos (68-58); dos minutos después, de 14 (74-60). Los azulgrana apenas buscaban el bote de salvamento. Quien más y quien menos se había lanzado ya por la borda.

La Final parece decidida a dictar sentencia cuanto antes. Imposible saber cuál será la próxima cembinación de Maljkovic. Algo intentará, eso es seguro. Su problema es que necesita que el Joventut abunde en sus males. Pero dos victorias a favor y un equipe, sin lesionados constituyen un saldo tan abundante que nadie Puede negarle al Joventut lo que éste siempre ha buscado: crédito a la vista para hacerse con el título de Liga.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_