Lavon Mercer, bastión de un Maccabi con la moral recobrada

Lavon Mercer se ha convertido de forma casi inadvertida en una de las piezas angulares de Maccabi, el rival del Barcelona en la semifinal que se disputará hoy en en el pabellón de Bercy, en París. Pese a su desgarvado aspecto y a la escasa fortaleza de sus piernas, este pívot de 32 años y 2, 10 metros de altura, es capaz de correr muy bien al contragolpe y es el eje sobre el que gira la defensa del conjunto de Israel.Es el jugador con más carisma dentro de su equipo y supera en tal sentido a su compañero Doron Jamshi. Su perseverancia en labores defensivas es importante no sólo por lo que aporta individualmente, sino porque es el abanderado de sus compañeros en este aspecto.

Es el que contagia una continuidad mayor en la a veces nada gratificante labor de perseguir al rival y evitar a toda costa que consiga canastas fáciles. Su imagen física es muy engañosa: parece débil y tiene una forma extraña de correr tal vez debido a que utiliza plantillas por tener los pies planos. Sin embargo, es un excelente reboteador. Tiene una gran experiencia y sabe colocarse y usar sus grandes brazos.

Lavon Mercer, estadounidense nacionalizado israelí, posee, además, una técnica individual excelente. Es muy hábil en las jugadas de uno contra uno y conoce perfectamente cuando debe ser él quien se juegue el lanzamiento a canasta o cuando debe ceder el balón a otro compañero situado en una mejor posición.

Mercer es el bastión de un equipo que posee una gran velocidad en ataque. La aportación de su nuevo base, Goodes, ha sido fundamental en este sentido, así como la de su alero estadounidense Royal. Sus cualidades han acabado de decidir a su técnico, Zvi Sherf, a cambiar el estilo de juego del equipo, mucho más lento antes. Su tiro exterior se basa, tal vez excesivamente, en el estado de gracia de un tirador nato como Jamshi, que se ha mostrado irregular en muchos partidos del campeonato. Por ejemplo, entre los dos encuentros frente al Barcelona tan sólo ha obtenido 15 puntos.

De menos a más

A las virtudes tácticas del equipo israelí, a la gran experiencia de varios de sus jugadores, hay que añadir la gran moral con la que acceden a la final four a pesar de los numerosos problemas que han padecido esta temporada tanto a nivel deportivo como extradeportivo.

El Maccabi ha ido de menos a más. Empezó la liguilla de cuartos de final sin un esquema definido y, poco a poco, a medida que se han ido adaptando Royal y Horton, los dos estadounidenses que sustituyeron a Barlow y Magee, y dos nuevos jugadores israelíes, Goodes y Henefeld, ha ido adquiriendo el nivel que le permite presentarse en París con opción para luchar por una competición en la que es todo un clásico.