La mujer absuelta del homicidio de la vidente pide otra investigación
La Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) no tiene por el momento intención de solicitar una nueva investigación sobre la misteriosa muerte, ocurrida el 23 de agosto de 1988, de la vidente Blanca Fernández, declaró ayer Juan Ignacio Campos, teniente fiscal de ese organismo. Oliva Amparo Casado, absuelta de este delito por falta de pruebas, ha demandado la reapertura del sumario porque "un asesino anda suelto", asevera.
"Si tuviéramos nuevos datos sobre el caso no dudaríamos en pedir su reapertura, pero, hasta el momento no hay nada", su brayó el teniente fiscal.Amparo Casado, de 54 años, que fue absuelta elel delito pese a que el fiscal pidió en el juicio 15 años de cárcel como presunta autora del homicidio de la vidente, instó recientemente al fiscal jefe del TSJM, Jesús Silva, a qae reabriera la investigación para hallar al verdadero homicida.
Una decisión personal
Francisca Cobos, letrada defensora de Amparo Casado, sostuvo ayer que la investigación inicial que concluyó con el procesamiento de su defendida "fue francamente mala e ineficaz". Cobos añadió: "Yo ni le he aconsejado ni le he desaconsejado que p1diera la realpertura del sumario; la decisión ha sido suya. Soy consciente de que no es frecuente que alguien desee ahondar en un delito del que ha sido absuelto, lo que evidencia aún más su inocencia. Si tuviera algo que ocultar seguro que no habría dado ese paso", apostilló la letrada, convencida de que "sí hay elementos" susceptibles de investigación.La extraña muerte de la vidente, entonces viuda, de 69 años y dedicada a predecir el futuro de sus clientes mediante la lectura de los posos del café, fue enjuiciada por la Audiencia Provincial de Madrid en mayo del año pasado. Todas las pruebas aportadas por el fiscal imputaban la autoría de la muerte a Oliva Amparo. Sin embargo, el tribunal la eximió de toda responsabilidad esgrimiendo el principio de presunción de inocencia ante la falta de pruebas concretas.
La Audiencia consideró probado que en la tarde del 23 de agosto de 1988 "una mujer no identificada se personó en el domicilio" de la vidente, ubicado en el número 44 de la madrileña calle de Abtao, lugar donde ésta practicaba sus augurios, y le propinó 24 contundentes golpes con una mano de almirez en la cabeza y otras partes del cuerpo. Tras dejarla inconsciente, reza también el fallo judicial, le cortó con un cuchillo las venas de las mufiecas. La vidente falleció desangrada minutos después.
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