La Expo responsabiliza a los políticos del fracaso en la venta de entradas

Directivos de la Expo 92 han responsabilizado a la clase política, que ha alertado a la población sobre una inminente rebaja en él precio de las entradas al recinto de la sevillana isla de La Cartuja, del fracaso inicial en la puesta a la venta de los abonos de temporada. Los cuatro bancos oficiales de la Exposición Universal sólo han conseguido vender unos 150 abonos de temporada desde el pasado día 11 de enero, fecha en la que los abonos se pusieron a la venta al precio de 30.000 pesetas.

Fuentes de la Exposición Universal reconocieron abiertamente que la venta de los abonos "va mal", aunque matizaron que una vez que el público se convenza de que las tarifas son fijas se cumplirán las previsiones de venta de unos 20.000 pases.Los diversos medios consultados por este periódico descartan el establecimiento de una entrada específica para grupos familiares, minusválidos u otros colectivos dignos de protección, como ha recomendado el Consejo de Administración de la Exposición Universal, y sostienen que habrá que "buscar una salida que se pueda presentar".

Hasta el momento, el grupo de trabajo creado por el Consejo de Administración el pasado 17 de enero, y del que forman parte cinco consejeros -entre ellos el alcalde de Sevilla, el socialista Manuel del Valle; el ex consejero de Hacienda, Ángel Ojeda, y la vicepresidenta del Instituto de Cooperación Iberoamericana, Pina López Gay- no ha encontrado ninguna solución para ampliar el sistema de entradas. Este grupo se fijó la fecha del próximo 4 de febrero para dar una solución definitiva a las iniciativas planteadas, principalmente por los grupos de la oposición municipal de la capital andaluza.

Las fuentes consultadas creen imposible que este grupo, que trabaja codo a codo con técnicos de la Sociedad, Estatal, dé con una solución perfecta "en quince días, cuando en año y medio los técnicos no han podido".

El propio Consejo de Administración instó al grupo de trabajo a que elabore nuevas modalidades para grupos familiares, organizados y "colectivos dignos de protección". Desde la Expo se insiste que estas entradas, además de que fomentarían el fraude, son técnicamente inviables y acarrearían un considerable montaje operativo para el control de las personas sujetas a estas modalidades.

Soluciones para grupos

Una de las fuentes consultadas manifestó que una vez que "todo el mundo se dé cuenta de que la entrada familiar es imposible, se arbitrarán soluciones para grupos, pero siempre que lo que defina a estos colectivos no sea su procedencia, sino su interlocución entre el individuo y la Expo".En este sentido, la Sociedad Estatal mantiene conversaciones con un colectivo de empresas, en el que están agrupadas un total de 12 sociedades privadas, la mayoría de ellas de Sevilla.

Algunas de estas empresas pretenden la adquisición de gran número de entradas bien para regalar a clientes o empleados, bien para sortearlas o para que las adquieran los trabajadores.

Otra fuente asegura que el problema planteado con el precio de las entradas, origen de la crisis entre el comisario de la Exposición, Manuel Olivencia, y el consejero delegado de la Sociedad Estatal Expo 92, Jacinto Pellón, es de índole política. En cualquier caso, serán todos los miembros del consejo los que adopten una solución, con lo que se pretende evitar que Jacinto Pellón aparezca de nuevo como el responsable único de las entradas.

Según las fuentes consultadas, en la Expo "nadie esperaba que se organizaran grandes colas en los bancos" y achacan el bajo ritmo de ventas a la confusión del público ante la insistencia de algunos medios de que se van a rebajar los precios, junto con la recomendación del alcalde de Sevilla a que no se adquirieran aún los pases.