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Una explosión de gas en el piso de una anciana destruyó el edificio de Barcelona

El primer informe técnico elaborado por los bomberos de Barcelona señala como hipótesis más probable una importante acumulación de gas, o la combinación de varios gases, como causa de la explosión que el miércoles provocó el hundimiento total de un edificio situado en la calle de Compte de Borrell y el derribo parcial de los dos bloques colindantes. El informe sitúa la explosión en el 2º 2ª del bloque hundido, donde residía Maria Martí, de 68 años, cuyo cadáver fue encontrado ayer entre los escombros, con lo que el número de víctimas mortales se eleva a tres. Maria Martí era soltera, vivía sola y en ocasiones la atendía la portera del inmueble.

Cuatro de los cinco heridos por el derrumbe evolucionan favorablemente, mientras uno de ellos permanece en estado grave, aunque no se teme por su vida. Dos personas censadas en el edificio están ilocalizadas, pero no han sido reclamadas por sus familiares.De acuerdo con las hipótesis de los técnicos en desactivación de explosivos del Cuerpo Nacional de Policía, para que se produjese una explosión como la que derribó totalmente el inmueble, fue necesaria una gran acumulación de gases o tuvieron que concurrir otras causas aún por determinar.

La detonación, según los técnicos, pudo producirse por compresión -explosión de gases concentrados a una temperatura determinada- o por ignición. En este último supuesto, el más probable, los técnicos indican que en la habitación donde se sitúa el centro de la onda expaniva -el dormitorio de Maria Martí- pudo concentrarse una importante cantidad de gas que hizo explosión al encenderse una cerilla, o al entrar el gas en contacto con el calor de las estufas eléctricas.

El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado a los inquilinos de los tres bloques siniestrados que pueden permanecer de forma indefinida en dos hoteles y una residencia de la ciudad hasta que encuentren una salida a su situación. El Ayuntamiento, que corre con los gastos de alojamiento, ha garantizado a los afectados que les buscará viviendas de segunda mano en el mismo barrio.

Las 63 personas que han quedado sin casa se hallan ante una difícil situación legal, especialmente los inquilinos. Los artículos 114 y 118 de la vigente Ley de Arrendamientos Urbanos establecen que la ruina o derribo de un edificio es motivo suficiente para la rescisión del contrato de alquiler.

En este caso se encuentra la totalidad de los supervivientes del inmueble donde se produjo la explosión y los inquilinos de los dos edificios colindantes, que han resultado gravemente dañados, por lo que tendrán que ser derribados.

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