El Madrid sorprende con Ion buen espectáculo

El Real Madrid busca el elogio de la irregularidad. El mismo equipo que hace tres días cayó humillado en Málaga exhibió ayer un buen espectáculo ante el Joventut, al igual que los mismos hombres que sorprendían a su clientela marcando 57 tantos ante el Fórum habían dado la talla en el temible escenario del Palau Blaugrana. Un comportamiento tan errático hace del Madrid actual un equipo imprevisible, pero capaz de tocar la fibra sensible del público. Ayer los madridistas salieron ovacionados del Palacio de Deportes, emocionado el público con su actuación y satisfechos todos como si de un gran éxito se hubiera tratado la victoria ante el Joventut.Este Madrid al que el destino, y algunas personas, maltratan, responde, sin embargo, a un par de argumentos bien simples: cuando actúa respetando un orden alcanza momentos interesantes, pero cuando se deja llevar por el sentimentalismo se dispara irremediablemente hacia el fracaso.

Esa doble personalidad se manifiesta en el transcurrir de los partidos, con las mismas señales de un conflicto interior. Probablemente, los madridistas quisieran ganar algún día por puro ardor, como quien descarga sus pasiones, pero con un rival enfrente esa vía sensitiva es casi siempre poco útil.

Así que ayer, el Madrid restableció su juego, según un orden, y machacó al Joventut. Previo a la consolidación de la victoria (allá por el minuto 35 1 84-65 en el marcador) medió una inteligente y completísima actuación de Llorente y un partidazo de Frederic.

El Madrid impuso el ritmo pausado que le convenía, defendió sin faltas, dominó el rebote, disfrutó del contraataque y actuó con gran eficacia en el ataque estático. Tantas cualidades juntas obligaron al Joventut a interpretar el desagradable papel de víctima propiciatoria.

El equipo catalán fracasó en todos los órdenes, y aguantó más de la cuenta gracias a una impecable racha de Margall, que llegó a anotar seis triples sin fallar un solo lanzamiento. Agotada la vía Margall, el Joventut dio paso a que el Madrid celebrase la victoria con su público.