Nicolás Redondo denuncia la "persecución" a que está sometido el cabo Manuel Rosa
El secretario general de UGT, Nicolás Redondo, defendió ayer en Sevilla el "caráter civil y no militar" de la Guardia Civil, y aseguró que el sindicato que lidera está dispuesto a "forzar la situación a todos los niveles" para conseguir la libre sindicación de los guardias civiles. Redondo no pudo entrevistarse con el cabo Manuel Rosa Recuerda, procesado desde 1986 por su presunta vinculación al clandestino Sindicato Unificado de la Guardia Civil. El cabo fue trasladado a las cinco de la madrugada del sábado desde el acuartelamiento de Montequinto, en Sevilla, hasta la prisión militar de Alcalá de Henares, donde tampoco consiguieron verle representantes de CC OO, UGT y del Sindicato Unificado de Policía (SUP).
El líder de la UGT denunció "una estrecha relación entre el insólito e inadmisible traslado a Madrid del cabo Rosa y el anuncio de la visita que teníamos previsto realizar el secretario general de Comisiones Obreras, Antonio Gutiérrez, y yo". Antonio Gutiérrez canceló su viaje a Sevilla tras conocer el traslado del cabo Rosa.Redondo, no obstante, se entrevistó en la sede de su central en Sevilla -con la esposa del cabo Rosa, Carmen Romero Serrano, a quien prometió todo el apoyo de ambos sindicatos "para acabar con esta persecución extraña, chocante e incalificable de unas personas cuya única aspiración es ejercer el democrático y constitucional derecho de asociación".
El secretario general de la UGT rehusó buscar culpables, aunque añadió: "Habrá que preguntarle al PSOE por qué no ha desarrollado la promesa electoral de democratizar la Guardia Civil".
La esposa del cabo Rosa Recuerda pidió a Nicolás Redondo el "apoyo a todos los guardias civiles procesados, no sólo a nuestros maridos, porque no podrá haber democracia plena si sigue practicándose esta enorme represión".
Arbitrariedades
Tampoco Agustín Moreno, secretario de Acción Sindical de CC OO, Miguel Ángel Ordóñez, secretario de Comunicación de UGT, y Rafael López Fonseca, secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP), pudieron entrevistarse con el cabo Rosas, en la prisión militar de Alcalá de Henares.
Los sindicalistas pidieron el permiso para la visita en la mañana de ayer. Cuando estaban esperando en la puerta de la prisión, a las cinco de la tarde, la visita fue denegada. Verbalmente, se informó a dos abogados que acompañaban a los sindicalistas que la denegación fue ordenada por el Gobernador Militar de Madrid, José Faura.
Moreno y Ordóñez destacaron las arbitrariedades -detenciones, traslados imprevistos, incomunicación de hecho- que sufre Rosa Recuerda desde hace cuatro años, que pueden calificarse de "persecución del disidente".
Ambos sindicalistas afirmaron que es necesario modificar la Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de forma que reconozca el derecho de sindicación de un colectivo tan importante como el formado por 70.000 guardias civiles. López Fonseca añadió que, a través de los contactos que miembros de la asociación clandestina de la Guardia Civil han mantenido con partidos políticos de izquierda y derecha, se observa un paulatino cambio a favor de reconocer al cuerpo los mismos derechos civiles de los que goza la Policía Nacional. "Me han informado que Aznar ya no ve con malos ojos la posibilidad de un sindicato de guardias civiles", añadió.
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