Fiestas de guardar

"Tres jueves hay en el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión". Este dicho popular no tiene mucho sentido para los jóvenes que en algunos lugares no disfrutan ya de ninguna de esas fiestas al haberse suprimido en el calendario laboral festividades con siglos de tradición. Tras varios años de sucesivas modificaciones, el Gobierno ha establecido un calendario permanente con una serie de fiestas comunes a toda España y otras (Reyes, San José, Jueves Santo y Santiago) optativas para las comunidades autónomas. El hecho de que muchos de los días festivos suprimidos coincidan con las fiestas tradicionales de muchos sitios ha hecho que estalle la polémica y la protesta.

El pasado día 18, más de 3.000 personas se congregaron en el barcelonés Palau de la Música para reivindicar el mantenimiento del calendario festivo tradicional catalán. La Plataforma Cívica en favor de Nuestras Fiestas defiende que el calendario laboral respete las fiestas tradicionales catalanas y que, por tanto, la relación se elabore en esta comunidad autónoma. El pasado día 22 Esquerra Republicana presentó en el Parlamento de Cataluña una proposición en este sentido. Alrededor de 500 entidades culturales y ayuntamientos, así como otros tantos profesionales, profesores de universidad, empresarios y dirigentes sindicales apoyan esta petición, según fuentes de la plataforma. Entre los firmantes figuran desde el ex presidente del Parlamento de Cataluña Miquel Coll i Alentorn (de Convergència i Unió) hasta el pintor Antoni Tàpies, pasando por el obispo de la Seu d'Urgell, Joan Martí Alanis, o el dirigente de CC OO Josep Lluís López Bulla.Los promotores de esta plataforma sostienen que dos días que este año no son festivos en Cataluña, aunque caen en fin de semana -Reyes y San Juan-, pueden desaparecer al ser aprobado el decreto de fiestas de 1991. Cuatro días tradicionalmente no laborables han dejado de ser festivos este año en Cataluña: el 12 de abril, Jueves Santo; el 3 de junio, Pascua de Pentecostés; el 14 de junio, Corpus, y el 29 de junio, San Pedro.

Estas circunstancias provocaron que hace unos tres meses surgiera la iniciativa de crear esta plataforma.

En la actualidad, de acuerdo con el real decreto de fecha 3 de noviembre del año pasado, el Gobierno central ha declarado festivos tres días que, de acuerdo con la plataforma cívica, no tienen tradición en Cataluña. Se trata del 12 de octubre, Día de la Hispanidad y fiesta nacional; el 6 de diciembre, Día de la Constitución, y el 8 de diciembre, festividad de la Inmaculada Concepción. Las dos primeras son consideradas por el decreto como de carácter cívico, mientras que la tercera se impone en virtud de los acuerdos suscritos entre el Estado español y la Santa Sede y debido a las presiones que hace dos años ejerció la Conferencia Episcopal española sobre el Gobierno. La Administración central fija 12 fiestas anuales. De estas, siete se establecen de acuerdo con la Conferencia Episcopal. Las autonomías pueden únicamente variar cuatro de estas fiestas.

Toledo y el Corpus

En Toledo, las 25.000 firmas re cogidas durante el mes de noviembre para que el día del Corpus continuase siendo festivo, si no a nivel nacional sí al menos en Castilla-La Mancha, no fueron suficientes para alterar los días en rojo en esta comunidad autónoma, que el Gobierno regional ha señalado para Reyes, Jueves Santo y San José, además de los días marcados por la Administración central, informa José Luis Fernández.

De esta forma, el Gobierno de Castilla-La Mancha resolvió el día 5 de diciembre dar por bueno el decreto del 3 de noviembre por el cual el Gobierno fijó el calendario para 1990 y en el que desaparece la festividad del Corpus, fiesta tradicional de Toledo, con el consentimiento de la Conferencia Episcopal.

El baile de fechas del Corpus ha obligado al Ayuntamiento a declarar este jueves fiesta local para mantener así una tradición de siglos.

También la fiesta del Corpus ha sido motivo de polémica en Daroca (Zaragoza). Los vecinos y el Ayuntamiento de esta localidad, de unos 2.500 habitantes, han protestado por el traslado de la fiesta del Corpus Christi, informa Javier Ortega. Esta festividad tiene gran tradición en esa localidad y congrega a gente de todo Aragán y de Valencia. Se estima que la modificación de la fecha de la fiesta puede retraer a más de 6.000 personas y ocasionar importantes pérdidas en los sectores del comercio y servicios de la localidad.

Por su parte, los ayuntamientos de Sevilla, Cádiz y Granada, gobernados por el PSOE, han aprobado en sesión plenaria no romper con la tradición y seguir celebrando el Corpus Christi, informa Margot Molina. En la capital andaluza será el día 30 de abril, lunes de resaca posterior a la Feria de Abril, el que se sacrifique para mantener la festividad del Corpus, que este año se celebra el 14 de junio.

En la Comunidad de Madrid la supresión inicial de la fiesta de Reyes originó numerosas acciones de protesta por parte de aquellos colectivos (comercio, banca, servicios) que con esa decisión tenían que trabajar ese día a pesar de ser sábado. El alcalde de Madrid, Agustín Rodríguez Sahagún, la organización patronal Confederación Empresarial Independiente Madrileña (CEIM), la Federación de Trabajadores de Comercio de la UGT y el Partido Popular, entre otros, se sumaron a las críticas.

Efecto psicológico

La ola de protestas obligó al Gobierno regional a rectificar su acuerdo inicial. Para atender las peticiones populares, la festividad de San José deberá transformarse en jornada laboral.

El consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, Agapito Ramos, señaló que el cambio de festividad se había decidido "para beneficiar al 60% de los madrileños que no trabajan en sábado". Ramos reconoció que el Gobierno regional no había tenido en cuenta "el efecto psicológico de suprimir la fiesta de Reyes".

También en la Comunidad Valenciana la fiesta de Reyes resiultó polémica este año. El Consejo Valenciano de Relaciones Laborales, órgano consultivo de la autoridad laboral y donde están representados los empresarios, los sindicatos y la Administración, aprobó un anteproyecto de calendario laboral que aportaba como principal novedad la conversión del 6 de enero, festividad de Reyes, en día laborable, informa Cristina Vízquez. A cambio, el 16 de abril, lunes de Pascua, importante porque permite prolongar el puente festivo de la Semana Santa, se convertía en festivo.

Esta primera propuesta aprobada por las ejecutivas de CC OO y UGT y también aceptada por la patronal, no sin reticencias y condicionada a que fuera un cambio excepcional, fue consensuada por las cúpulas ejecutivas de las organizaciones implicadas. Sin embargo, tanto los trabajadores como los empresarios del sector del comercio amenazaron con iniciar actos de protesta contra esta propuesta de calendario. En ese contexto, la ejecutiva empresarial rectificó su propuesta, mientras que los sindicatos se mantuvieron en su oferta inicial.

Finalmente, el conseller de Trabajo, Miguel Doménech, propuso como alternativa conservar la festividad del 6 de enero para aquellos trabajadores cuya jornada semanal de trabajo no sea de lunes a viernes.

En Cantabria, a lo largo del mes de noviembre artículos periodísticos y cartas de lectores mostraron la contrariedad de muchos ciudadanos por la supresión de la festividad de Santiago, informa Jesús Delgado. Esto indujo al alcalde de la ciudad, Benito Huerta, a enmendar la plana al Gobierno autónomo y mantener esa fecha como fiesta local.