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EL CALVARIO DE VENIR A LA CAPITAL

1.000 personas cortan la vía férrea en Aravaca en protesta por la saturación de los trenes y los carreteras

Un millar de viajeros, indignados por la tardanza y la saturación con que llegaban los trenes de cercanías, cortaron ayer el tráfico ferroviario a la altura de la estación de Aravaca durante casi dos horas. Posteriormente, un grupo de ellos recorrió a pie ocho kilómetros hasta la estación de Príncipe Pío, en Madrid, para entregar una carta de protesta. Las principales carreteras de acceso a la capital y numerosas calles subieron ayer otro descomunal colapso de tráfico. Las obras de la plaza de Cristo Rey, además de provocar una agria polémica entre los organismos responsables del transporte, han puesto en evidencia el precario servicio de cercanías de Renfe.

Los trenes que cubren el itinerario Las Rozas-Príncipe Pío pasaban por las estaciones intermedias con grandes intervalos de tiempo y abarrotados de viajeros. La decisión de Renfe de retirar unidades de esta línea para reforzar las de Parla, Fuenlabrada y Getafe -cuyos miles de usuarios dependen de los trenes de cercanías por la huelga que mantienen los trabajadores de la empresa Autobuses del Sur-, provocó el caos en la red de cercanías del Noroeste.A las nueve de la mañarta, unos 200 pasajeros esperaban al tren en el apeadero de Aravaca. Cuando por fin llegó, iba lleno hasta los topes. Indignados, los frustrados viajeros cortaron la linea en ambos sentidos. Sobre las 10 de la mañana el jefe de estación avisó a las fuerzas de seguridad. Efectivos de la Guardia Civil llegaron poco después y, tras dialogar con los manifestantes en presencia de un responsablé de Renfe, consiguieron a las 10.45 que éstos depusieran su actitud.

Además de las unidades de cercanías, vanos trenes de largo recorrido con destino a Cantabria, Galicia y Asturias sufrieron retrasos a causa del corte de la vía férrea en Aravaca. El tren Estrella Rías Bajas, que procedía de La Coruña y Vigo, llegó a su destino, en la estación de Príncipe Pío, con tres horas de retraso.

"Esto ha sido desvestir a un santo para vestir a otro", decía ayer uno de los irritados viajeros de Aravaca. Y protestaba: "Al quitar trenes de esta línea, ahora somos nosotros los que no podemos llegar a Madrid. No podemos hacerlo por carretera ni tampoco por tren".

El jefe de la estación de Aravaca reconoció que la acción de los viajeros había surgido de forma espontánea: "Es posible que mañana (por hoy) se repita algo parecido". Tomás Sánchez, uno de los manifestantes, afirmó: "Es injusto que nos quedemos en tierra por culpa de una falta de planificación. Si hay más público, debe haber más trenes. Si esto sigue así, mañana (por hoy) volverá a haber más líos". Otro usuario señalaba que "es imposible meter el doble de viajeros en un tren donde sólo caben 200 personas, y por eso es necesario hacer protestas como ésta".

Unas 200 personas echaron a andar por la vía y, tras recorrer cerca de ocho kilómetros, llegaron a la estación de Píncipe Pío, donde entregaron un escrito firmado por más de 700 usuarios del ferrocarril al jefe de la estación.

Simultáneamente, el tráfico rodado en Madrid se encontrba también sumido en el caos. Sin embargo, según fuentes del Gabinete Municipal de Información de Tráfico, no llegó a alcanzar las magnitudes del pasado martes. Con la frialdad de quien está acostumbrado al atasco, un portavoz del Gabinete describía así la situación. "Las carreteras de Andalucía, Toledo y la de San Martín de la Vega, muy mal. El tráfico por la carretera de La Coruña, de pena, con retenciones de hasta nueve kilómetros. Las de Extremadura y Barcelona, simplemente mal, como cualquier otro día. Lógicamente, todas las calles que son continuación de las carreteras también estuvieron muy congestionadas".

El atentado terrorista contra un comandante del Ejército en la plaza de Mariano de Cavia desencadenó en la tarde de ayer la denominada Operación Jaula. Numerosos controles policiales salpicaron las principales vías de Madrid y originaron retenciones en la M-30, desde el nudo sur hasta la carretera de Barcelona, y en está última vía radial.

Además, por tercera vez en una semana, el paso subterráneo que une la carretera de El Pardo con puerta de Hierro tuvo que ser cerrado al tráfico por filtraciones procedentes del río Manzanares debido a la subida del caudal, informa Europa Press.

Por su parte, un portavoz de Renfe aseguró que, para evitar nuevos disturbios en el día de hoy, la compañía ha dispuesto reforzar al 100% el número de unidades que circulan por la línea Las Rozas-Príncipe Pío, conocida técnicamente como C-7: "Echaremos manos de todos los recursos disponibles, que ya son muy justos. Pondremos en servicio los trenes de reserva que quedan en las estaciones por si surge algún imprevisto, un accidente o una avería. Y ajustaremos todas las líneas en lo posible para suplir las carencias de la C-7". El portavoz añadió que se incrementaría también el servicio en la línea Chamartín-El Escorial.

Planificación

Fuentes del sindicato Ferrovíario de CC OO precisaron ayer que también en la línea de cercanías Guadalajara-Madrid se habían retirado vagones para apuntalar las carencias de otros itinerarios. "Si Renfe anuncia que va a reforzar la línea de Las Rozas está claro que lo va a hacer a costa de debilitar otras, así que, el follón puede surgir en cualquier otro sitio. El problema real es que no se ha comprado material móvil desde hace años, y ahora no hay unidades suficientes para cubrir las necesidades del servicio habitual: es un fallo de planificación".De hecho, ayer un factor de la estación de Getafe, fue abofeteado por una mujer que no pudo subir a un tren que, cuando hizo su llegada, ya estaba totalmente saturado de viajeros, informa Miriam de las Heras.

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