El Atlético despidió la Liga con un claro triunfo en Vigo

El Atlético de Madrid venció y convenció en Balaídos. Superó claramente a un Celta que no pudo cumplir el objetivo de cerrar con una victoria su segunda campaña consecutiva en la división de honor. Los colchoneros llegaron con ausencias notables -Manolo, Goikoetxea y Futre- y con sólo dos jugadores de campo en el banquillo. Pero hubo que contar con una defensa dura, un Marcos brillante y con ganas en su reaparición y con el Pichichi Baltazar, eficazmente escoltado por Aguilera.

Así, con avisos previos de Aguilera y Alfredo, llegó el 0-1. Baltazar volvía a marcar en Balaídos, pero ahora lo hacía en la portería defendida por Maté. Era la merecida recompensa al dominio madrileño y parecía difícil empresa para el Celta cambiar las tornas. Pero los locales lo intentaron también en la segunda parte, presionaron en los primeros minutos e incluso Amarildo estrelló un balón en el larguero.

El público disfrutó, aún con el marcador en contra y a pesar de algún enfado ocasional con el colegiado. Pero llegó el minuto 77, las expulsiones de Maric y Nacho y se armó una gran bronca en las gradas. Se quedó el Celta con nueve hombres y el irlandés Hagan se marchó también al vestuario, relevado por Lucas, poniendo fin así a su paso por el Celta. Los aplausos que mereció sacaron hierro a los encrespados ánimos de la afición.

Después llegaron dos goles más con la firma de Aguilera y, como no, de Baltazar, que situaba así el número 35 en su personal casillero.

Al final algunos espectadores lanzaron objetos al terreno de juego y la Policía detuvo en el césped a un espontáneo aparentemente decidido a "dialogar" con el colegiado. Los célticos saludaron desde el centro, acompañados en ese momento por Alvelo en su silla de ruedas.