El más difícil todavía
Nil Bohigas pretende llegar solo al Polo Norte
El barcelonés Nil Bohigas, cumplidos los 30 años, ha copado un lugar de privilegio dentro de la nueva generación de alpinistas en que la pasión por alcanzar el objetivo por itinerarios nuevos se convierte en un desarfío del hombre contra la naturaleza. Su espíritu aventurero le ha llevado a participar en numerosas expediciones, ya sea para coronar el Everest (8.848 metros), la montaña más alta de la Tierra, o bajar volando en parapente desde el monte Kenia, en el corazón de África. Bohigas quiere intentar ahora el más difícil todavía, o sea, convertirse en el primer español que llega al Polo Norte.
Hace dos años, en un viaje a la isla de Baffin, región ártica al norte del Canadá, Bohigas quedó enamorado del tal manera del paisaje polar que decidió que algún día iría al Polo Norte. Ese día, ha decidido recientemente, puede ser uno cualquiera de la primavera de 1990."Durante mi estancia en el Canadá en 1986, me enamoré de aquellos parajes tan hermosos", recuerda. "En aquel lugar encontré unas condiciones de vida totalmente nuevas. Mi instinto de aventura y las características de frío, nieve y hielo, similares a la alta montaña, me hizo pensar que era factible ir al Polo Norte". "Durante estos dos últimos años", prosigue, "he recogido la escasa información que hay sobre la región ártica para documentarme. Cuando regresé del Everest el pasado mes de noviembre, empezé a preparar en la aventura de una forma definitiva para la primavera de 1990". Y añade: "Mi intención es intentar ser el primer hombre en el mundo en conquistar los tres puntos geográficos más difíciles y complicados; de la Tierra: el Everest, el Polo Norte y el Polo Sur".
En todo momento contará con la ayuda de un equipo de seguimiento situado en Resolute Bay, pequeña localidad situada en el ártico canadiense. Este equipo le proporcionará cada 10 días, mediante avituallamientos aéreos, nuevos alimentos así como nueva vestimenta. Las extremas temperaturas del ártico de 50 grados bajo cero, obligará a Bohigas a diseñar un equipo especial contra el frío.
La ropa estará confeccionada de un tejido ligero (polipropileno) de tal forma que pueda utifizar varias capas de abrigo y no dificulte sus movimientos.
El Polo Norte se halla situado en mitad del Océano Glaciar Ártico. Debido a que no es más que un punto matemático, producto de la geometría del planeta, y situado sobre un mar helado que se encuentra en constante movimiento, llegar al punto exacto es prácticamente imposible. Solamente en el tiempo que se tarda en hacer una medición y verificarla, la deriva ya lo habrá desplazado; por ello se considera que han estado en el Polo todas aquellas personas que se han acercado a un kilómetro de él.
En su aproximación al Polo, Bohigas utilizará los más modernos aparatos de navegación. En caso de un imprevisto, una radiobaliza de emergencia, que también llevará Bohigas, enviará una señal de socorro personalizada, vía satélite Sarsat, indicando la situación exacta de la baliza.
Durante la expedición al Polo Norte, se realizarán varios estudios sobre la adaptación del cuerpo humano al frío, las radiaciones ionizantes y un estudio sofrológico (técnica psicoterapéutica destinada a la modificación de estados concretos de la vida psíquica) a través de un control biofeedback (instrumentos que agilizan esta técnica). Para ello, un equipo médico preparará físicamente y psicológicamente a todo el grupo y seguirá todos los acontecimientos que se produzcan a lo largo de la aventura.
Siguiendo la ruta de Etienne
El Polo Norte está situado sobre la superficie de un mar helado que se encuentra en constante movimiento. En el siglo XIX se realizaron las primeras tentativas de aproximación a este último confin de la Tierra a cargo de varias expediciones inglesas. Todas ellas fracasaron. En 1909, el norteamericano Robert Edwin Peary dijo haber llegado al Polo Norte con la ayuda de 28 trineos y 140 perros. Un año antes, otro norteamericano, el doctor Cook reclamó también haber conquistado el Polo Norte. Ninguno de los dos presentó pruebas concluyentes de haberlo conseguido. Posteriormente se demostró que ninguno de los dos lo alcanzó.Hasta la actualidad sólo 11 expediciones han llegado al Polo por la superficie contando todas ellas con apoyos aéreos, exceptuando a Peary y Cook. Todas estas expediciones se caracterizaron con la ayuda de trineos tirados por perros y skidoos (motos de nieve). El japonés Uemura fue el primer hombre en realizar la travesía hasta el Polo en solitario en 1978, utilizando un trineo tirado con 17 perros.
En 1986, el francés Jean Louis Etienne repitió la gesta en solitario, con la única ayuda de unos esquís y arrastrando un trineo. Empleó 65 días en recorrer los 1.000 kilómetros a través del océano glaciar ártico. Nil Bohigas seguirá la misma ruta que el francés partiendo de la isla de Ellesmere, al norte del Canadá.
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